Por octavo año consecutivo, desde 2014, la organización estadounidense Wader Quest, organiza el Wader Conservation World Watch (WCWW), un evento en el que investigadores, ambientalistas y entusiastas de las aves playeras, se reúnen para realizar un conteo mundial de este tipo de aves.
«El propósito de WCWW no es solo resaltar a las aves limícolas y los problemas que enfrentan, sino también celebrar a las personas que están involucradas, ya sea profesional o voluntariamente, en su conservación», dice el sitio web de la organización.
Las aves limícolas son un grupo de aves acuáticas relativamente diverso que comprende a 14 diferentes familias. Están generalmente asociadas a zonas húmedas y esencialmente a zonas húmedas costeras, como los estuarios y lagunas. Muchas de estas especies son conocidas por sus largas migraciones, en algunos casos desde el Ártico hasta el sur de los continentes australes.
Uno de los objetivos de este conteo, es hacer conciencia a la población en general, particularmente a los tomadores de decisiones en todo el mundo, del riesgo que estas aves corren. En la actualidad, el 48% de las poblaciones de las aves limícolas experimentan un preocupante descenso. Desde la década de 1970, tiempo en el que se comenzó con el monitoreo de las aves playeras migratorias, 6 especies ya están extintas, 8 están en Peligro Crítico de extinción (4 de las cuales ya podrían estar extintas), 9 están en peligro (de las que 2 fueron añadidas recientemente), 9 están en estado Vulnerable y 29 viven en un estado de Posible Amenazas.
Guatemala fue el último país en el continente americano, en unirse a las redes continentales de monitoreo de las aves playeras migratorias. Sin embargo, desde 2019, se realizan una serie de esfuerzos por compartir conocimientos que sean de beneficio para las aves, así como para la creación de estrategias de conservación de los hábitats que realizan.
Además de conseguir ser parte de esfuerzos regionales como la Red Hemisférica de Aves Playeras y el Programa de Monitoreo de Aves Playeras, y realizar los primeros monitoreos y registros en el Pacífico de Guatemala, en la actualidad ya se han puesto en marcha varios proyectos, entre los que destaca uno ejecutado por WCS-Guatemala, con fondos internacionales, enfocado a crear capacidades a las poblaciones locales, para la realización de monitoreos comunitarios, y lograr tener registros actualizados de las aves durante todo el año.
Además, la observación de aves es una oportunidad para generar ingresos económicos a partir de actividades sostenibles y amigables con el entorno natural, por lo que se capacitó a pobladores locales del área de Sipacate, dentro del Parque Nacional Sipacate-Naranjo, para ser guías turísticos comunitarios, para que puedan mejorar sus condiciones de vida, así como fomentar a la protección de sus recursos naturales.
Por otro lado, con el apoyo del Programa de Becarios de Soluciones Costeras de la Universidad de Cornell, se llevan a cabo varios talleres de capacitación a trabajadores de la industria camaronera y salinera que operan en Las Lisas, Monterrico y Sipacate, con el objetivo de difundir la necesidad de proteger a las aves y a los ecosistemas de los que dependen, pero también con la idea de crear estrategias conjuntas, tanto desde el lado del sector productivo, como desde el lado de los esfuerzos de conservación, para crear las condiciones ideales para la coexistencia, tanto de las aves, como la continuidad de la producción de una manera responsable.
En otros países, como Honduras y Nicaragua, conservacionistas e investigadores locales, trabajan por la declaratoria de zonas de importancia continental para las aves playeras migratorias, lo que permitiría a este grupo de aves, contar con áreas protegidas en su ruta migratoria por Centroamérica.
Quienes están acostumbrados a actividades globales de observación y registro de aves, como el recién realizado October Big Day, ya conocerán la dinámica para formar parte de este evento que se realizará los próximos días 6 y 7 de noviembre.