¿Cuáles son las perspectivas para la biodiversidad del planeta en la actualidad?
El 3 de marzo de cada año, se celebra el Día Mundial de la Vida Silvestre, y este año el mensaje es «Recuperar a las especies clave para la restauración de ecosistemas», y a pesar de que en todas partes del mundo hay un sinfín de buenas intenciones y deseos de formar parte de estas campañas, la realidad para la biodiversidad del planeta pinta bastante desoladora.
En 2010, 193 países firmaron el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020, cuyo objetivo era «detener la pérdida de diversidad biológica a fin de asegurar que, para 2020, los ecosistemas sean resilientes y sigan suministrando servicios esenciales, asegurando de este modo la variedad de la vida del planeta y contribuyendo al bienestar humano y a la erradicación de la pobreza».
Este plan, conocido como las Metas Aichi, marcaba el camino para que los países del mundo tomaran acciones para incluir a la biodiversidad, como parte de sus modelos de desarrollo social y económico. Dos años después del fin de esa década para implementar este plan, las Naciones Unidas, a través del Convenio sobre la Biodiversidad Biológica, publicaron el documento Perspectiva Mundial sobre la Biodiversidad Biológica, en el que, entre otras cosas, se analiza el avance en el cumplimiento de las metas propuestas firmadas en la 10ava Reunión de las Partes (COP10).
“Ahora que nos preparamos para un nuevo Marco Mundial de la Diversidad Biológica que guiará la acción durante los próximos decenios, debemos volver a comprometernos con la Visión que se adoptó en Nagoya en 2010, reconociendo que sigue siendo tan válida como entonces en el marco de las aspiraciones más amplias plasmadas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. También sigue siendo realizable, pero solo si reaccionamos ante la convincente evidencia que tenemos ahora del cambio transformador requerido”, dijo Elizabeth Maruma Mrema
Subsecretaria General de las Naciones Unidas y Secretaria Ejecutiva del Convenio sobre la Diversidad Biológica.
Evaluación de los avances realizados para lograr las 20 Metas de Aichi para la Diversidad Biológica
2030 y 2050, los años clave para la vida en el planeta
De las 20 metas, solamente seis se han logrado parcialmente, y el resto no, con casos muy preocupantes como meta 10, que hace referencia al estado de conservación de los corales en el mundo, y la presión por actividades humanas que viven actualmente.
A pesar del panorama desolador, la ONU mantiene la esperanza de que aún hay tiempo para empezar a revertir la situación actual. «Las medidas requeridas para lograr este cambio rotundo (o para “torcer la curva” de la disminución de la diversidad biológica, como se ha dado en decir) son plenamente compatibles con los objetivos y las metas establecidos en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París sobre el cambio climático y son, de hecho, componentes esenciales para su consecución», expresa el documento.
En todos los escenarios climáticos y de biodiversidad, el 2030 es clave para mostrar avances más concretos, cuyos resultados, sí o sí, se verán reflejados para el año 2050. En ese sentido, la ONU sugiere «intensificar las iniciativas destinadas a conservar y restaurar la diversidad biológica en todos los niveles, usando enfoques que dependerán
del contexto local», es decir, no solamente crear nuevas áreas protegidas, sino trabajar con las comunidades locales para lograr un equilibrio entre el aprovechamiento de los recursos y la subsistencia de los ecosistemas de manera sostenible.
Otra de las medidas urgentes a tomar en todos los países, es la restauración de los paisajes, basada en la naturaleza, mantener la temperatura global por debajo de los 2°C, o muy cerca de los 1,5°C, detener el tráfico de vida silvestre y la introducción de especies invasoras, incorporar estrategias de conservación a los procesos productivos y cambiar los hábitos de consumo de la mayoría, particularmente en temas como la alimentación, que representa uno de los detonantes más importantes en temas de conservación de suelos y emisión de gases de efecto invernadero.