¿Qué son las metas Aichi y cuáles se han logrado hasta ahora?

Historia por: Jorge Rodríguez Fotografía por: Jorge Rodríguez Mié 21, Oct 2020

En 2010, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) hacia público un documento en el que se enlistaron 20 metas que los países se comprometían a cumplir, en un plazo de 10 años, para reducir la pérdida de biodiversidad y la destrucción de los ecosistemas naturales. Todo esto, con la intención de revertir la crisis climática que vive la humanidad, y el resto de especies vivas que habitan el planeta Tierra.

Conciencia acerca de la biodiversidad, integración de los valores de la vida natural a la planificación del crecimiento de las sociedades humanas, manejo sostenible de la industria pesquera y la reducción de la contaminación, son algunas de los objetivos que el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica (conocido como Metas de Aichi).

Desde 2010, según el informe Perspectiva Mundial sobre Biodiversidad Biológica (GBO-5), publicado por el Convenio Sobre la Biodiversidad Biológica (CDB), seis de las metas mostraron un alcance parcial, como el aumento de áreas protegidas (pasó de un 10% a por lo menos un 15% en las zonas terrestres y de un 3% a por lo menos un 7% en las zonas marinas), ya que la protección de las áreas clave para la biodiversidad también pasó de 29% a 44% en estos 10 años.

Otro logro importante es la ratificación del Protocolo de Nagoya, que regula el acceso a los recursos genéticos y promueve una participación justa de sus beneficios, por 87 países del mundo. Además, el informe resalta que, hasta la fecha, unos 170 países actualizaron sus planes nacionales, para que estuvieran de acuerdo a los objetivos de las Metas de Aichi. En ese sentido, el reporte pone de manifiesto que se han duplicado los recursos financieros disponibles para la diversidad biológica  a través de la cooperación internacional.

Logros parciales y amenazas para la salud humana

Marzo y abril son los mejores meses para avistar ballenas jorobadas en el Pacífico guatemalteco. Foto: Jorge Rodríguez/Viatori

A pesar de que el quinto informe sobre la biodiversidad biológica mundial habla acerca de los avances que se lograron en la última década, lo cierto es que ninguno se alcanzó como era el plan inicialmente.

Los esfuerzos por restaurar y conservar la biodiversidad son clave para mitigar los efectos del cambio climático, así como para revertirlo, ya que la pérdida de especies puede acelerar los procesos de degradación de factores como el clima, la seguridad alimentaria y la salud humana.

“Desde el cambio de milenio el SARS, el MERS, el H1N1, el Zika y el Ébola han demostrado la creciente aparición de virus que dan el salto zoonótico de animales a humanos”, explicó Tedros Adhanom Ghebreyesus, secretario general de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El funcionario alertó que el mundo debe de actuar en una línea de prevención, a través del cuidado de la biodiversidad mundial, ya que “la COVID-19 demostró el mundo estaba lamentablemente mal preparado”, añadió.

En resumen, los esfuerzos mundiales deben de apuntar hacia un cambio de modelo de desarrollo económico y social, ya que el modelo extractivista, en el cual la humanidad se ha apoyado durante los últimos 200 años, el crecimiento poblacional y el cambio del uso del suelo, han demostrado ser muy dañinos para el equilibrio ecológico.

“Debemos acelerar y aumentar la colaboración para obtener resultados positivos para la naturaleza: conservar, restaurar y usar la biodiversidad de manera justa y sostenible. Si no lo hacemos, la biodiversidad seguirá cediendo bajo el peso del cambio del uso de la tierra y el mar, la sobreexplotación, la crisis climática, la contaminación y las especies exóticas invasoras”, dice el informe.

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