La zona muerta del Golfo de México, consecuencia de los fertilizantes y productos químicos

Historia por: Sandra Álvarez Fotografía por: Nasa/Unsplash Dom 18, Oct 2020

El río Missisipi, uno de los más icónicos de la cultura popular estadounidense, es uno de los más extensos de Estados Unidos. Desemboca en el mar luego de su recorrido por diez estados del sureste del país norteamericano, y, lamentablemente, en su trayecto recibe desechos y agentes químicos que provocan el crecimiento acelerado de algas y plancton. Estos organismos evitan la correcta oxigenación del agua en el Golfo de México, por lo que los peces deben buscar otros lugares para sobrevivir.

Debido a que esta ya es una realidad constante en esta parte del continente, se le conoce como Zona Muerta del Golfo de México. Según los estudios de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por su siglas en inglés), esta zona alcanzó una extensión récord de 20.277 km cuadrados en 2019. Este número fue notablemente superior al promedio, que se sitúa en los 15,000 km2 aproximadamente. Hábitats que normalmente estarían llenos de vida se transforman en desiertos biológicos, según la NOAA.

Según reportó la BBC Mundo, «la zona muerta del golfo de México, una de las mayores del mundo, es consecuencia principalmente de la gran cantidad de fertilizantes usados por los agricultores en la primavera local. La lluvia transporta el fertilizante hacia los arroyos y ríos, y estos los descargan en el Golfo. Los ríos también transportan aguas residuales de zonas urbanas».

A este fenómeno se le conoce como eutrofización.

Eutrofización

Los ríos transportan nitratos y fósforo de los fertilizantes, así como aguas residuales de ciudades, que son descargados al Golfo de México. Imagen: NOAA

En muchas partes del mundo la eutrofización ha provocado que existan enormes zonas muertas en los océanos, entre ellos en el Golfo de México y en el Mar Báltico. Estas son zonas que se han quedado sin oxígeno impidiendo que exista vida marina. Si estas áreas crecen se podrían extinguir muchas especies, poniendo a su vez en riesgo la vida de las personas que dependen del mar.

Durante muchos años los humanos hemos utilizado nuestros océanos como vertedero para las miles de toneladas de residuos que producimos diariamente. Esto provoca que uno de los lugares más impresionantes y misteriosos del planeta muera lentamente.

La eutrofización es el proceso en el que se eleva el nivel de nutrientes en un cuerpo de agua. Se logra cuando existe un elevado aporte de nutrientes inorgánicos, principalmente Fósforo (P) y Nitrógeno (N), en un ecosistema acuático provocando, que se proliferen sin control las algas fitoplanctónicas.

El primer paso a la alteración ecosistémica es cuando se vierten nutrientes en el agua, como desechos forestales o agrícolas, lo que favorece que aumente el nivel de materia orgánica, y esto a su vez favorece el crecimiento desmedido de algas y otras plantas verdes que recubren toda la superficie de agua.

El exceso de algas impide que la luz penetre a todo el ecosistema y como consecuencia la vegetación no puede realizar el proceso de fotosíntesis y muere. Con tanta materia orgánica en descomposición disminuye el nivel de oxígeno en el agua, perjudicando al resto de especies de plantas y animales.

 

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