Proyectos de manejo de desechos sólidos, tratamiento de aguas residuales, reforestación y educación ambiental son las acciones que diferentes municipios de Guatemala y Honduras trabajarán para reducir el daño ambiental que este río ha provocado durante los últimos años, debido al mal manejo de residuos.
Con el apoyo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN), y la participación directa de las corporaciones municipales de las poblaciones aledañas a la cuenca del río, se presentó el Proyecto de Gestión Integral de la Cuenca del Río Motagua. Este plan contará con un financiamiento conjunto de $33.3 millones.
«Este proyecto es de vital importancia para Guatemala, porque se busca mejorar las condiciones de vida de las personas que viven en la cuenca del Motagua. Participarán los pueblos indígenas, jóvenes, autoridades municipales. Todos tendremos la oportunidad de participar y promover la resiliencia comunitaria», dijo el Ministro de Ambiente de Guatemala, Mario Rojas.
Serán 7 municipios diferentes (4 de Guatemala y 3 de Honduras) en donde se realizarán diferentes programas piloto, en los que la prioridad será crear planes para el adecuado manejo de los desechos sólidos y el tratamiento de aguas residuales. Pachalum, Estanzuela, Los Amates y Puerto Barrios (Guatemala) y Santa Rita, Nueva Frontera y Omoa (Honduras), serán las municipalidades que figuran como socias de este plan.
En Pachalum (Quiché), por ejemplo, se implementarán dos proyectos: uno de manejo de residuos y el otro, la construcción de una planta de tratamiento de aguas residuales. Esta planta, que tendrá un costo de $1.1 millones, de los que la municipalidad proveerá cerca de $890 mil, buscará reducir la contaminación de aguas residuales en la cuenca del río, así como promoverá el uso de aguas tratadas como fuente de irrigación para cultivos del área. Este proyecto tendrá una duración de 4 años.
En Puerto Barrios (Izabal), el proyecto a ejecutar está relacionado con la protección y restauración de zonas de recarga hídrica de la Reserva Protectora de Manantiales Cerro San Gil. Este tendrá una duración de 5 años. En Nueva Frontera (Santa Bárbara), se implementará un programa de reforestación para reducir la contaminación difusa por erosión del suelo y aumentar la recarga hídrica del acuífero mediante iniciativas sostenibles de reforestación participativa en la montaña Piladeros.