Los insectos están desapareciendo, advierten científicos

Historia por: Viatori Fotografía por: Jorge Rodríguez Dom 9, Ago 2020

«Nuestras vidas dependen de ecosistemas que apenas hemos empezado a comprender», dijo Edward Osborne Wilson, experto en hormigas y evolución de la Universidad de Harvard. Esta es una verdad tan cierta como que, a pesar de no entenderlo, la humanidad está provocando la desaparición de millones de insectos en todo el mundo.

Escrito y dicho mil veces, y más, las causas de la desaparición de la biodiversidad pasa por el crecimiento de las zonas urbanas, en detrimento de las áreas naturales, así como la degradación de los suelos a consecuencia de la tala inmoderada, el cambio de uso del terreno para la agricultura a gran escala y la consiguiente fragmentación de los ecosistemas que evita la tan necesaria conectividad biólogica que la vida natural necesita para prosperar.

La extinción de especies de insectos y otros pequeños organismos es catastrófica para la vida en el planeta, porque no es solo se trata de la reducción de sus poblaciones, sino de la pérdida de biomasa, que es material energético producido a partir de desechos orgánicos.

«Este tipo de pérdidas conducen a una decadencia de los servicios de los ecosistemas de los que depende la humanidad. Desde la polinización a la descomposición«, los insectos son clave en la regeneración de los elementos esenciales de la vida, dicen científicos de todo el mundo.

Apreciación de la vida

insectos
No existen registros exactos de cuántas especies de insectos han desaparecido, pero la disminución de otras especies que dependen de ellos, como las aves, ha levantado las voces de alarma en la comunidad científica mundial. Foto: Jorge Rodríguez/Viatori

La aparición del COVID-19 en la vida de toda la humanidad debería de ser un llamado a todas las personas para que aprecien y protejan todo tipo de vida en el planeta, incluso a los insectos.

En un artículo publicado en la revista Science, los científicos abogan porque la población en general desarrolle relaciones de aprecio por los insectos.

«Un enfoque es abordar el bienestar personal y colectivo (eudaimonia), con estrategias de conservación que probablemente sean más efectivas cuando nos centramos en estos valores relacionales. Esto significa que valorar los insectos es ético y esencial, más allá de los términos puramente económicos».

En un extenso artículo, este grupo de investigadores manifesta además que «valorar la naturaleza y darse cuenta de la importancia de las interacciones (naturales) se traduce en un enfoque en los ecosistemas y paisajes para el éxito de la conservación de insectos».

Coinciden también en mencionar que, aunque existe una amplia comunidad científica enfocada en la conservación de los insectos, el trabajo de protección de la vida es responsabilidad de todo el mundo. Esto «sin olvidar que existen especies que representan un riesgo para la salud».

Recuperación del paisaje

Las interacciones naturales entre insectos y otro tipo de organismos es esencial para la vida del planeta. Foto: Jorge Rodríguez/Viatori

Revertir la extinción de especies de insectos es una situación compleja, pero no imposible. Según los expertos, todo pasa por la recuperación de diferentes ecosistemas, que permitiría la regeneración de las poblaciones de insectos.

De entrada, la agroindustria debería de revisar y restringir el uso de químicos y otras sustancias que dañan el suelo, así como integrar la siembra de diferentes especies arbóreas y plantas para dotar de diversidad genética a las plantaciones. Esto brinda a los terrenos una riqueza biológica y se traduce en siembras más saludables y resilientes.

En las ciudades, se debe de fomentar la creación de más espacios verdes, el tratamiento de aguas residuales y la siembra de huertos urbanos. Todo esto se constituiría en ambientes propicios para la vida de los insectos y la recuperación de biomasa en los entornos urbanos.

Aparte de eso, han propuesto algunas ideas para que cualquier persona pueda ayudar a proteger a los insectos, especialmente para aquellos que vivan en casas:

-Evitar cortar el césped con mucha frecuencia, para permitir que su crecimiento alimente a los insectos.

-Plantar plantas nativas, o dejar crecer a «las malas hierbas», que son las que crecen de forma natural en el medio y que son las más adaptadas a las condiciones naturales.

-Evitar los pesticidas.

-Dejar hojas muertas en su lugar, porque cobijan a muchas especies.

-Reducir tu huella de carbono.

-Colaborar con organizaciones de conservación.

-No importar ni liberar animales ni plantas que puedan dañar a las especies nativas.

-Ser más cuidadoso con las pequeñas criaturas; siempre mirar al lado pequeño de la vida.

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