La salud del Arrecife Mesoamericano se deteriora

Historia por: Jorge Rodríguez Fotografía por: Francesco Ungaro/Pexels Jue 9, Jun 2022

La salud de los arrecifes en todo el Sistema Arrefical Mesoamericano (SAM), que abarca el Caribe de México, Belice, Guatemala y Honduras, se ha deteriorado considerablemente hasta alcanzar la calificación de «mala», según publicó la Iniciativa Arrecifes Saludables (HRI) en un informe preliminar. La última vez que esta situación se había dado, fue en 2006, año en el que se realizó el primer Reporte de Salud del SAM.

El Reporte de  Salud utiliza cuatro indicadores para comprender los cambios en la salud de los arrecifes a lo largo del tiempo: cobertura de coral, biomasa de especies de peces herbívoros y comerciales y cobertura de macroalgas carnosas. El seguimiento de los cambios en estos indicadores permite a los investigadores de HRI evaluar cuáles son de mayor preocupación en un sitio determinado, así como en todo el SAM en su conjunto, y cómo abordar las soluciones para restaurar la salud de los arrecifes.

El panorama no es nada alentador. Durante este estudio, que se realizó entre junio y diciembre de 2021, y en el que participaron 77 buzos monitoreadores de 36 organizaciones de los cuatro países, concluyeron que el 44% (102) de los 234 sitios utilizados para producir el Reporte de Salud, se clasifican como «Malos», y que el 31% (72.5) están en estado crítico.

Un océano con pocos peces

Pobladores de Livingston esperan por la pesca del día. Foto: Emerson Díaz/Viatori

En unos 140 mil metros cuadrados de arrecife, en toda la parte caribeña de Mesoamérica, estos monitoreos hechos en 2021 se contabilizaron 64 mil peces, de diferentes especies. Los meros y los pargos, dos especies de gran importancia comercial, fueron los que mostraron las mayores disminuciones desde el último reporte (2020), hasta ser catalogados como en estado crítico.

La baja abundancia y el pequeño tamaño de los peces comerciales y herbívoros revelan una necesidad crítica de una mayor protección y gestión de la pesca, principalmente mediante un aumento rápido y sostenido de áreas totalmente protegidas, así como un aumento en el cumplimiento de esas protecciones.

En todos los sitios, la brecha más grande que se debe cerrar para lograr una clasificación «Buena» es la biomasa de peces comerciales, que requiere un aumento del 142% para lograr un estado considerado como saludable. Lo siguiente es una reducción del 77% en la cobertura de macroalgas carnosas; luego un aumento del 49% en la biomasa de peces herbívoros. La cobertura de coral vivo en los sitios de estudio en el SAM se encuentra en las mejores condiciones, requiriendo solo un aumento del 5% por ciento para que los sitios alcancen un estado «Bueno».

*Con información de MarFund

×