La Asociación de Comunidades Forestales de Petén (ACOFOP), como miembro de la Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosques, anunció que Guatemala fue seleccionada para formar parte del Comité de participantes del Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques (FCPF, por sus siglas en inglés).
El FCPF da asistencia a los países en desarrollo en sus esfuerzos para reducir las emisiones causadas por la deforestación y la degradación de los bosques. Así mismo también, ayuda a conservar, manejar de manera sostenible y aumentar el inventario de carbono de los bosques (un conjunto de actividades conocidas como “REDD+”). La idea fundamental es darle más valor a los bosques en pie. En pocas palabras, el fondo, en el que participan donantes como Alemania, Canadá y Estados Unidos, por mencionar algunos, apoyan a los países en dos procesos: alistarse para tener la capacidad de vender bonos de carbono (lo que a Guatemala le llevó unos cuatro años), y estar listos para firmar un contrato para la venta de dichos bonos.
El comité del FCPF es quien toma las decisiones de qué países están listos para uno u otro proceso, y ahora Guatemala forma parte de dicho comité. «Esta elección posiciona a Guatemala con un liderazgo participativo en un comité de alto nivel, donde se toman decisiones en conjunto con el Banco Mundial y se definen términos y acuerdos que serán tratados con los países participantes del Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques», publicó la Alianza en sus redes sociales.
Las actividades iniciales del FCPF combinan la asistencia técnica y la creación de capacidades para REDD (o REDD+) en los países miembros del Banco Mundial en las zonas tropicales en África, Asia del Este y el Pacifico, América Latina y el Caribe y Asia del Sur. Específicamente, el FCPF ayuda a los países a elaborar sus escenarios de referencia, a partir del análisis del cambio en el uso de la tierra y de las emisiones causadas por la deforestación y la degradación de los bosques, a adoptar y a complementar las estrategias nacionales para detener la deforestación y la degradación de los bosques y a diseñar un sistema nacional de medición, reporte y verificación (MRV) para REDD. Estas actividades son conocidas como “REDD Readiness” y respaldadas por el Fondo Readiness del FCPF.
El medio internacional Sputnik, publicó que «Nicaragua firmó un acuerdo de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero con el Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques (FCPF) y apunta a convertirse en una potencia forestal, según dijo el ministro nicaragüense de Políticas Públicas, Paul Oquist».
Este acuerdo contempla la disminución de 11 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) para implementarlo en la Costa Caribe (este) nicaragüense y en dos grandes reservas biológicas.
Costa Rica, por su parte, trabaja con donaciones del FCPF desde 2012, y, al igual que Guatemala, está pronta a firmar el Acuerdo de Compra para la Reducción de Emisiones (ERPA), con el Banco Mundial en noviembre de 2020.