El turismo mundial representa el 8% de las emisiones de gases de invernadero

Historia por: Jorge Rodríguez Dom 9, Jun 2019

Se le conoce como «la industria sin chimeneas», sin embargo el turismo es un sector productivo de las sociedades humanas, que genera una considerable cantidad de gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático actual.

Aunque no hay muchos estudios al respecto, algunos de ellos daban cuenta que entre los años 2009-2013, la industria turística representaba el 3% del total de las emisiones producidas por el ser humano. Sin embargo, un estudio publicado en la revista Nature, comprobó que para 2018, esta cifra se incrementó hasta llegar a un 8%.

El estudio fue realizado por la investigadora Arunima Malik, quien se basó en datos turísticos de 189 países del mundo. Además de los vuelos, que representan el 12% de las emisiones de todas las fuentes de transporte a nivel mundial, también se contabilizó el impacto que provoca la elaboración de productos específicos para el turismo, como comida procesada y enlatada, agua embotellada, traslados terrestres y estadías en hoteles.

La huella de carbono de un turista

Los turistas de cruceros toman tours para explorar los destinos del país. Foto: Jorge Rodríguez/Viatori

Los turistas de cruceros toman tours para explorar los destinos del país. Foto: Jorge Rodríguez/Viatori

En la actualidad, podemos calcular la huella de carbono que generamos a partir de nuestros hábitos de consumo de combustibles fósiles, alimento energía eléctrica y movilidad. Según el sitio web myclimate.org, una persona promedio, con hábitos de consumo medios, puede producir hasta 10 toneladas de dióxido de carbono (CO2) anualmente. Globalmente, se producen unas 4,3 millones de toneladas de CO2 por hora. Eso son 1.200 toneladas cada segundo o 39.000 millones de toneladas cada año.

Si tomamos el caso de un viajero que sale de Nueva York con destino a Guatemala, en una visita de 6 días y 5 noches, su producción total de CO2 durante ese viaje es de al menos 3.5 toneladas (contando traslado aéreo, movilización terrestre en el país y estadía en hoteles de 3 estrellas), esto sin incluir consumo de alimentos y consumo eléctrico.

“Un viajero frecuente puede tener una mayor huella de carbono en sus viajes de trabajo o de placer que toda su huella de carbono en casa”, dijo Daniel Scott , profesor del Departamento de Geografía y Gestión Ambiental de la Universidad de Waterloo en Ontario, en una entrevista para CNN,

En 2018, Guatemala recibió a 1.2 millones de turistas, de los que unos 300 mil provenían de Estados Unidos. La región centroamericana registró el ingreso de unos 18 millones de viajeros en el mismo año y su tasa de crecimiento es de 7% anualmente. Si bien esto implica desarrollo económico para los países de la región, también es cierto que genera impacto en el estado de los recursos naturales y culturales y contribuye al estado actual del cambio climático.

El turismo es una herramienta de desarrollo, particularmente para países de economías emergentes. Sin embargo, es esencial que los gobiernos tomen medidas para reducir el impacto que estas actividades tienen sobre el clima global.

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