El 25 de noviembre se celebra internacionalmente el Día Internacional Por la Eliminación de las Violencias hacia las Mujeres, un día en el que diversos sectores de la sociedad hacen un llamado a reconocer los abusos que las mujeres sufren en los diferentes ámbitos en los que se desarrollan, y a apoyar iniciativas que permitan su pleno desenvolvimiento laboral, social y emocional.
El acoso, la vulnerabilidad y la violencia se ponen de manifiesto, particularmente, en el tema de la defensa de los derechos de la tierra y los recursos naturales. Según Global Witness, en 2018 164 defensores ambientales fueron asesinados en todo el mundo, siendo Filipinas, Colombia y Guatemala, en ese orden, los países que lideraron esta estadística.
«Nos sacan de nuestros territorios. Nos oponemos y nos encarcelan», dijo a mediados de noviembre, en Bruselas, Sandra Calel Camuec, lideresa maya poqomom de la Asociación de Vecinos de Mocohan, en Purulha (Baja Verapaz), según recoge el medio internacional DW.com. Calel, junto a otras lideresas indígenas del país centroamericano, Colombia y México, acudieron a varias ciudades europeas, en el marco de esta fecha.
Las representantes de diferentes comunidades de la región, denunciaron que, además de la represión y el acoso, también sufren de falta de apoyo de parte de los Estados, ya denunciar ante las autoridades, «no sirve de nada. Lo máximo que hacen es ponernos a un militar que nos siga, no que nos proteja”, dijo Nora Ramírez, directiva del Centro Nacional de Trabajadores del Campo de Honduras.
Ante este panorama, las activistas reconocen que su seguridad pasa por «apoyarse» con otras organizaciones, quienes les ayudan a esconderse o trasladarse a otras regiones en cuanto la represión se hace más evidente.
Días atrás, diferentes portales noticiosos mexicanos denunciaron la desaparición de la ambientalista Irma Galindo, en el Estado de Oaxaca. Ella había denunciado «una serie de arbitrariedades de parte de la Comisaría de Bienes Comunales por la tala ilegal de maderas preciosas en su comunidad», según informó RT.
Después de varios días sin tener noticias, se reportó que la defensora ambiental se encuentra «con vida y recibiendo atención médica y jurídica», mientras la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México(RNDDHM) lanzó un llamado de atención a las autoridades gubernamentales mexicanas por «la ineficacia de acción por parte del Gobierno local, estatal y federal en su búsqueda».
Por su parte, la organización no gubernamental internacional Oxfam Colombia, denunció el pasado 19 de noviembre que «miles de mujeres están siendo atacadas, amenazadas, asesinadas con total impunidad por defender su tierra y el medioambiente«. Afirmaron que la situación se agrava si, además de mujer, se es indígena, «campesina o afrocolombiana serás objeto de amenazas, estigmatización, violencia sexual y podrás ser asesinada solo por pedir lo que es justo y proteger recursos naturales».
La ONG también hizo un llamado al gobierno colombiano para que tome cartas en el asunto, ya que «estas mujeres son las verdaderas constructoras de la paz en el país, son valiosas y valientes, pero apenas cuentan con la protección del Estado. Si no se las escucha, si se las invisibiliza y no se toman medidas de prevención y protección urgentes, sus vidas seguirán corriendo un serio peligro», finalizaron con un comunicado reproducido por el portal noticioso La Prensa Latina.
Foto de portada DW.com