¿Cómo actuar en caso de un avistamiento de vida silvestre?

Historia por: Jorge Rodríguez Fotografía por: María de Flores/ARCAS Guatemala Vie 22, Ene 2021

El avistamiento de la vida silvestre es uno de esos eventos que cualquier persona consideraría especial. No cualquier día uno se puede cruzar con una ballena jorobada, un jaguar, un tapir o un elefante marino. No hay evento más idóneo como ese, para sacar la cámara y hacer todas las fotos y videos posibles.

Sin embargo, como todo en la vida, hay que tomar ciertas precauciones, ya que a diferencia de un zoológico, los animales silvestres que encontramos al aire libre, no están acostumbrados a estar en contacto con los seres humanos, lo que, sino se hace con cierto cuidado, puede generar estrés en los individuos, así como ponernos en peligro a nosotros mismos.

Ya hay evidencia de muchos casos en la historia reciente, en la que se ha tenido que lamentar pérdidas humanas por tomar a la ligera el encuentro con un animal silvestre. Por ello, a raíz del avistamiento de un elefante marino del sur (Mirounga leonina), según un informe de ARCAS y el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP), en la playa de Hawaii, en el Pacífico de Guatemala, la organización ambientalista ARCAS Guatemala, publicó una serie de recomendaciones que todos debemos de seguir, en caso estemos frente a un animal silvestre.

¿Quiénes son los elefantes marinos?

Hay dos especies de elefantes marinos,  el elefante marino del norte o septentrional (Mirounga angustirostris) y el elefante marino del sur o meridional (Mirounga leonina). El elefante marino del norte vive a lo largo de la costa oeste de Norteamérica, especialmente en México y California. Su presencia en las costas centroamericanas no es muy usual.  La distribución del elefante marino del sur es mucho más amplia, pues se reproduce en las costas de Argentina y Chile, en las Islas Malvinas y la Antártida, por mencionar algunos lugares. Han habido registros de algunos individuos perdidos en Perú y Ecuador.

Según Jonnathan Pitter, de la oficina regional suroriente del CONAP, este es el primer registro que se documenta de este animal en el país, lo que obviamente generó mucha expectativa de parte de la población local, por lo que es probable que la especie haya experimentado estrés y tensión.

«Es un caso atípico (la llegada del individuo a costas guatemaltecas). Una de las causas podría ser el cambio de piel, (o bien) que necesita descansar, por lo que se desvió y salió a la playa», dijo el experto. Sin embargo, como es una especie desconocida para esta región, lo que sí quedó claro, es que la presencia de personas generó incomodidad en el animal. «Los turistas y comunitarios no lo dejaban descansar», comentó Pitter.

Por ello, CONAP emitió un comunicado en el que pidió a la población «NO acercarse a tomar fotografías, NO tocar, NO molestarlo, NO tratar de regresarlo al mar. (Debido a que) NO esta acostumbrado a las personas y si lo molestan puede estresarse mucho y ser agresivo. Al sentirse acosado y molestado por las personas regresa al mar y no descansa lo necesario. Por esto se ha observado en las playas de distintas localidades de la Costa del Pacífico, el último reporte es en la playa “el Guayabo” cerca de Iztapa, pero volvió al mar al ser molestado por personas».

Entre las recomendaciones que ARCAS emitió, está la de siempre establecer un perímetro de 12 metros de distancia entre las personas y el animal. Además, no hacer fotografías ni videos cerca del animal, obstruir su campo de visión, tocarlo o alterarlo de cualquier manera.

Estas recomendaciones aplican para cualquier encuentro con la vida silvestre, ya que situaciones de tensión y estrés solamente pueden terminar en daños físicos para los animales y las personas cerca de ellos.

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