Científicos han descubierto un efecto secundario alarmante nuevo de la contaminación del aire
La polución atmosférica está teniendo un asombroso impacto en las moscas, alterando cómo se atraen y se aparean. ¿Qué está sucediendo? Los insectos generalmente encuentran a sus parejas confiando fuertemente en las feromonas, sustancias químicas que permiten a los machos y las hembras localizarse y aparearse entre sí.
Estas feromonas son distintivas para machos y hembras de una especie, y en el caso de las moscas, están siendo interrumpidas y degradadas por el aumento generalizado de ozono en el aire, resultado de la contaminación del aire.
Científicos del Instituto Max Planck de Ecología Química en Alemania descubrieron estos efectos al realizar un experimento que imitaba niveles de ozono similares a los medidos durante el verano en las ciudades.
Normalmente, las feromonas de las moscas macho atraen a las hembras mientras alejan a otros machos al mismo tiempo. Sin embargo, los niveles elevados de ozono causaron una disminución en las feromonas, lo que hizo que las hembras se sintieran menos atraídas por los machos y llevó a cortejos entre moscas macho.
«Podríamos explicar que los machos comenzaron a cortejarse entre sí después de una breve exposición al ozono porque obviamente no podían distinguir entre machos ozonizados y hembras», dijeron los investigadores Nanji Jiang y Markus Knaden. «Sin embargo, no habíamos pensado en esto antes. Por lo tanto, nos desconcertó bastante el comportamiento de los machos expuestos al ozono, que formaban largas cadenas de cortejo».
¿Por qué es esto importante? Los efectos de esta noticia son significativos. No solo las moscas se ven afectadas; se cree que el ozono afecta los patrones de muchos insectos.
La contaminación del aire afecta la capacidad de ciertos insectos de captar las feromonas de otros individuos, esencial para sus interacciones de apareamiento, sociales y de alimentación. Foto: Jorge Rodriguez/Viatori
La comunicación mediante feromonas no se limita al apareamiento. También ayuda a los insectos a identificar a miembros de la misma especie y sus comunidades, como colmenas de abejas, nidos de avispas y colonias de hormigas. Nada suena más caótico que un grupo de hormigas, abejas y avispas confundidas y desubicadas.
El caos no se detiene ahí; insectos como las abejas y las mariposas son polinizadores vitales. Una disminución en las feromonas equivale a una reducción en la reproducción y la población. Los efectos podrían ser perjudiciales, ya que el 80% de nuestros cultivos dependen de polinizadores insectiles.
¿Qué puedo hacer para ayudar a prevenir esto? Según Bill Hansson, jefe del Departamento de Neuroetología Evolutiva y co-fundador del Centro Max Planck de Ecología Química de Insectos de la Próxima Generación, «la única solución a este dilema es reducir inmediatamente los contaminantes en la atmósfera».
Reducir inmediatamente los contaminantes en la atmósfera requerirá esfuerzos por parte de grandes marcas y corporaciones que emiten una cantidad significativa de contaminantes. Sin embargo, también se pueden tomar medidas a nivel individual. Las personas pueden conducir menos, usar menos energía y optar por opciones de compra más sostenibles, entre otras cosas.