La temporada de incendios forestales 2021-2022 en Guatemala inicia justo en el momento que la temporada de lluvias termina. Por ello, es importante que se realicen acciones para la prevención de estos siniestros. Según informes de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED), durante la temporada 2020-2021 se registraron 345 incendios forestales y 183 no forestales (528 incendios totales). Por los fuegos, se consumieron 10,020 hectáreas (ha), y los departamentos que más sufrieron fueron Guatemala, Petén, Quiché, Zacapa y Huehuetenango.
Debido a que el 48% de estos incendios fueron provocados de manera intencional, y el 40% por causas de negligencia en la implementación de quemas agrícolas, quemas de pasto y quemas de basura, la labor de las entidades del Estado es clave para educar a la población y así reducir la cantidad de incendios que afecten la cobertura boscosa del país.
En ese sentido, el Instituto Nacional de Bosques (INAB), anunció estar preparado para la prevención de incendios, ante el inminente inicio de la temporada. En un comunicado de prensa, anunciaron una variedad de actividades, enfocadas en temas de prevención de siniestros. El comunicado destaca «la evaluación de medidas de prevención para incendios forestales en 45,264 proyectos de incentivos forestales PINPEP y PROBOSQUE, equivalentes a 290,478 hectáreas de cobertura boscosa con más de 243 mil beneficiarios directos e indirectos. La capacitación de más de 2,000 personas (usuarios del INAB, técnicos institucionales y de las oficinas forestales municipales -OFM-, así como personal de la iniciativa privada) sobre sensibilización en prevención y técnicas en supresión de incendios forestales. La realización de más de 100 mapas nacionales de alerta temprana por puntos de calor. El monitoreo en los 5 parques nacionales administrados por INAB».
Para los meses más intensos de la temporada (febrero, marzo y abril), le entidad forestal anunció la coordinación de «300 turnos de control calendarizados», incluyendo vehículos y combustible, dos de los recursos que más escasean en temas de control y vigilancia de parte de las entidades estatales.
Todas estas acciones se realizan, debido a la dificultad que los bosques tienen para regenerarse, luego de un incendio. «La regeneración del bosque después de un incendio tarda entre 20 a 30 años. Cuidar los bosques es responsabilidad de todos. Hacemos un llamado a la población a tomar todas las medidas de prevención para evitar incendios forestales, que ocasionan daños catastróficos a la naturaleza y a las personas», dijo Rony Granados, gerente de INAB.