Bosques tropicales podrían desaparecer debido a degradación del suelo

Historia por: Sandra Álvarez Fotografía por: Carlos Duarte Jue 8, Oct 2020

En las últimas décadas, la degradación del suelo ha llevado a que muchos de los bosques tropicales experimenten procesos de desertificación. Esto es peligroso, no solo por la pérdida de ecosistemas esenciales para el equilibrio biológico del planeta, sino que contribuye a la liberación de gases de efecto invernadero.

Durante el proceso de degradación de los bosques, se libera dióxido de carbono que ayuda al incremento de la temperatura y el calentamiento global. Los bosques tropicales (situados 20 grados al norte y 20 grados al sur del ecuador del planeta) constituyen una importante reserva de especies para la obtención de frutas, verduras y medicamentos.

Estos bosques se caracterizan por el gran nivel de precipitaciones, entre 2000 a 5000 mm anuales, y climas entre húmedos y cálidos. Estas características los convierten en uno de los ecosistemas más ricos, ya que albergan a cerca del 50% de todas las plantas y animales del planeta.

Esta riqueza biológica, contrasta con la calidad de sus suelos, que es pobre. Cuando se degradan, la posibilidad de recuperarlos es mínima. Si el suelo queda desnudo, cae en un proceso conocido como laterización, un proceso en el que los minerales y compuestos del suelo, consumen el hummus existente de manera acelerada, debido a la alta cantidad de precipitaciones, por lo que hace que este endurezca y sea menos fértil que el de otras latitudes. Por eso no son útiles para la agricultura porque la pérdida de sus nutrientes es muy rápida.

Flora y fauna de los bosques tropicales

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El tapir, dándose un baño en una pequeña aguada al lado de la carretera. Foto: Manuel García/Viatori

Según los registros científicos, las selvas tropicales tienen 170,000 de las 250,000 especies de plantas que se conocen. Debido a que reciben mucha luz solar y elevadas precipitaciones pluviales, las selvas tropicales son el hábitat de muchas especies de fauna y flora.

Una hectárea de bosque tropical (100 x 100 m) tiene más de 200 especies de árboles. Esta diversidad los mantiene protegidos, contrario a las populares plantaciones forestales, debido a que los patógenos no pueden atacar a las diferentes especies arbóreas, al haber diversidad de estas.

Las frutas tropicales más conocidas son los cocos, mangos, papayas, piñas, cacao, café, vainilla, guayabas, banano, caña de azúcar y los aguacates. Entre las especies de fauna abundan los insectos, arácnidos y gusanos. También está habitado por una gran diversidad de reptiles y anfibios (serpientes, cocodrilos, tortugas, salamandras, sapos, ranas, entre otros).

Las aves son otro grupo de animales muy diverso. En este tipo de bosques hay loros, tucanes, colibríes, halcones y águilas. Centroamérica y el área amazónica son el hogar de las aves migratorias que buscan esta región templada durante el invierno en el norte del continente.

Los mamíferos que viven en el área tropical del planeta son variados. Van desde los roedores, marsupiales, murciélagos, ardillas, perezosos, pangolines, antílopes, felinos (jaguares, tigres, leopardos) y primates (monos, lémures, gorilas).

Las aguas de las selvas tropicales son el albergue de la mayoría de peces de agua dulce.

Selvas tropicales en Centroamérica

Los bosques naturales siguen siendo la mejor herramienta para combatir los efectos del cambio climático. Foto: Viatori

En México y Centroamérica están el Bosque Maya (México, Guatemala y Belice), Mosquitia (Honduras), Parque Nacional Indio Maíz-el Tortuguero (Costa Rica y Nicaragua), Parque Internacional La amistad (Costa Rica y Panamá) y el Estrecho de Darién (Panamá).

En estas áreas viven muchas especies de animales y plantas, además de ser el hogar de grupos indígenas que son los que luchan por proteger los bosques.

Costa Rica es uno de los países que se preocupa más por cuidar de su naturaleza. El sistema de Áreas Silvestres Protegidas cubre el 25% de su territorio. El país tiene 31 zonas protegidas, 28 parques nacionales, 9 reservas forestales, 8 reservas biológicas, 71 refugios nacionales de vida silvestre y 13 humedales.

En Latinoamérica la destrucción de bosques se produce principalmente por no controlar la ganadería y la agricultura y por la autorización de industrias invasoras. Mientras en Asia y África proviene de la tala inmoderada de los árboles.

La mayor parte de los países ubicados en el área tropical son considerados del tercer mundo y por años han arrastrado una enorme deuda externa, por lo que detrás de la destrucción de estas áreas podrían subyacer intereses económicos y políticos. Dejando beneficio para unas cuantas personas y perjudicando al resto de la población.

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