La plataforma digital eBird, publicó las cifras del crecimiento que la observación de aves ha tenido en Centroamérica durante el último año. Según la nota publicada en su sitio web, en 2021, el número de listas registradas en toda la región alcanzó un millón, lo que significó un crecimiento del 12% en comparación con 2020. En cuanto al número de usuarios, se registró un aumento de un 3%.
El mayor crecimiento se mostró en El Salvador, donde el número de listas creció en un 79% y el número de eBirders en un 44%. En ese país, el Ministerio de Turismo ya ha ideado la habilitación de varios puntos de interés para los observadores de aves, como la Bahía de Jiquilisco, sitio que cobró popularidad durante la pandemia, ya que ofrece la oportunidad de realizar actividades al aire libre, entrar en contacto con la naturaleza y aprender acerca de los ecosistemas y las especies que los habitan.
El avistamiento de aves, tuvo un gran crecimiento en El Salvador, ya que fue una de las opciones que guías de turismo y touroperadoras eligieron para recuperarse luego del impacto negativo que la llegada de la COVID-19 tuvo en la economía de los salvadoreños, particularmente del sector turístico.
«Salieron afectados guías turísticos, touroperadores… y con el aviturismo van a tener nuevas opciones. Tenemos en la bahía de Jiquilisco aves que son únicas en El Salvador. Invitamos a las personas a hacer turismo interno», dijo en marzo de 2021 la ministra de Turismo de ese país, Morena Valdez.
En la zona de la Bahía de Jiquilisco existen más de 280 especies de aves que representan el 48% de las registradas en el país, entre ellas: Ostrero americano (Haematopus palliatus), chorlito de Wilson (Charadrius wilsonia), Chorlito de collar (Charadrius collaris), charrancito americano (Sternula antillarum) y la garza cucharón (Cochlearius cochlearius), consideradas entre especies raras o en peligro de extinción.
eBird también anunció que en 2021, los pajareros centroamericanos fueron clave para el registro de nuevas especies que no habían sido reportadas previo al año que acaba de terminar. » En el 2021, hubo tres avistamientos de este tipo: Las tres adiciones a la avifauna centroamericana fueron Rufous-backed Robin de Nicaragua, Greater White-fronted Goose de Costa Rica y Yellow-nosed Albatross de Panamá».
Así mismo, todos los países agregaron nuevas especies a sus listados nacionales, ya que previo al año pasado, no se tenían registros de algunas especies como el Grey-capped cuckoo (Coccyzus lansbergi) y el Ruff (Calidris pugnax) en Guatemala, el Black-legged Kittiwake (Rissa tridactyla) en El Salvador y el Rufous-backed Robin (Turdus rufopalliatus) por mencionar algunos.
El avistamiento de aves es una actividad que se muestra con una gran alternativa para generar desarrollo sostenible para las comunidades centroamericanas, ya que permite el crecimiento económico de las poblaciones locales, a partir de actividades amigables con los ecosistemas y las especies silvestres que los habitan.