Richard Hansen: “Pasaremos a la historia como unos idiotas si no hacemos algo”

Historia por: Jorge Rodríguez Fotografía por: Jorge Rodríguez Vie 15, Feb 2019

En 1978 un joven Richard Hansen, quien trabajaba entonces en Israel, recibió la invitación para “conocer un sitio llamado El Mirador”, en Guatemala. Tenía planificado viajar hacia Bolivia, específicamente a Tiwanaku, una antigua ciudad preincaica hogar de la cultura Tiahuanaco, que habitó el país andino, Perú y el norte de Chile y Argentina entre los años 1580 a.C. al 1000 d.C.

Inmediatamente después de su llegada al norte de Petén, Hansen inició, en 1979, la excavación en lo que hoy se conoce como Cuenca El Mirador, en donde ha descubierto, entre otras cosas, la estructura más grande de todo el mundo antiguo americano y que lleva el nombre de La Danta.

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Guatemala y El Mirador tienen el privilegio de contar con algunas de las estructuras más masivas de toda la vida antigua de América”, dice. “Durante siglos se pensó que los mayas eran apenas unos cazadores y recolectores que no sabían nada. Con los descubrimientos en la Cuenca podemos decir que los antiguos mayas eran príncipes, guerreros, hombres de ciencia y grandes constructores que cambiaron la vida durante esa época”.

Nuevos descubrimientos

Richard Hansen ha participado en el descubrimiento de 51 ciudades mayas en la Cuenca El Mirador. Foto: Jorge Rodríguez/Viatori

Durante 40 años Hansen, con el apoyo de investigadores guatemaltecos e internacionales, ha logrado descubrir más de 50 nuevas ciudades, pertenecientes al reino de El Mirador. “Los pobladores de estas ciudades fueron los primeros en interconectarse con carreteras de más de 40 metros de ancho”, cuenta. “Los romanos solamente hicieron las suyas de apenas 20 metros. Toda la evidencia que encontramos apunta a una sociedad muy avanzada”.

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Presentan exposición fotográfica de El Mirador

La utilización del LIDAR (Laser Imaging Detection and Ranging, por sus siglas en inglés) permitió descubrir que el norte de Petén estuvo poblado por millones de personas durante el apogeo de la civilización maya. “Ahora sabemos con certeza que los mayas no fueron, tan siquiera, una civilización primitiva. Sabían cómo sacar ventaja de los recursos a su alcance”.

La historia se repite

El Mirador contiene un Friso en el que se puede ver la creación según la cosmovisión maya. Foto: Revista Viatori

Al igual que la gran mayoría de científicos, Hansen concluye con que el fin de la civilización maya antigua se dio a consecuencia de las graves crisis políticas y sociales que se dieron al final del período preclásico.

“Sin embargo, es importante hacer notar que la primera gran causa fue la sobreexplotación de los recursos. Cada gobernante nuevo quería hacer valer su poder, así que se hacían obras más y más grandes, lo que repercutió en la naturaleza y el medio ambiente”, dice.

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Ruth Pérez: «la participación de la gente es clave en proyectos de conservación»

El arqueólogo afirma que en la actualidad se están viendo “actitudes similares”, tanto desde la clase política del país, así como de parte de la población en general. “Hay muchas personas que no ven más allá de su beneficio personal. Eso nos va a llevar a perder todo lo que hemos logrado. Pasaremos a la historia como unos idiotas si no hacemos algo para cambiar esa dinámica”, enfatiza.

Amenazas y conflictos

Hansen muestra una imagen en donde se observa el crecimiento de la deforestación en la zona de Petén. Foto: Jorge Rodríguez/Viatori

La posición de Hansen en cuanto a su visión para la Cuenca El Mirador lo ha puesto en contra de diferentes grupos civiles del norte de Petén. Se muestra reacio a la extracción de los recursos naturales, como la madera, y le apuesta al modelo del turismo sostenible, para preservar esta zona boscosa y arqueológica.

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Concesión forestal, un modelo a imitar

“La madera de un árbol puede valer 10 mil dólares, pero en el bosque puede llegar a costar mucho más que eso. Con el turismo en la zona se generarán puestos de trabajo, se cuidará del bosque y la vida silvestre y se logrará que Guatemala sea un líder cultural y social en el mundo, justo como lo lograron los antiguos habitantes de esta zona”, dice.

Pero no solo es la extracción de madera, legal o ilegal, que se presenta como una amenaza para la cuenca. El calentamiento global, el avance de la frontera agropecuaria y el narcotráfico son algunas amenazas serias que se viven en esta parte del país.

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“Tenemos que hacer conciencia en la población de que, si no se actúa ahora, en 10 años se podría perder todo ese legado histórico y cultural del cual este país es dueño. Es importante dejar de lado los intereses personales y cambiarlos por actitudes que le permita a las nuevas generaciones, poder disfrutar y aprender de estas culturas antiguas”, concluye.

 

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