Laguna Lachuá

Historia por: Jorge Rodríguez Fotografía por: Jorge Rodríguez Mar 28, Mar 2017

Conocida como ‘el espejo del cielo’ por su color turquesa y aguas cristalinas, la Laguna Lachuá, es una dolina de origen kárstico y uno de los parques naturales más impresionantes del norte de Guatemala.

Creado en 1976 y considerado como una Reserva Natural de tipo 2, el Parque Nacional Laguna Lachuá, es una excelente opción para los amantes de la naturaleza, la preservación de los recursos y el contacto con el medio ambiente. Dentro del parque existen más de 220 especies de plantas tropicales y entre 200 a 300 especies de mamíferos y aves, entre entre los que destacan monos saraguate, jaguares, tapires y cocodrilos.

Entrada al Parque Nacional Laguna Lachuá. Foto: Jorge Rodríguez/Viatori

El agua mantiene un olor sulfúrico, característica que originó su nombre. Anteriormente los locales se referían a ella como ‘li chu há’, que en idioma Maya Q’eqchi’ significa ‘el agua que hiede’ o ‘agua fétida’.

El Parque Nacional Laguna Lachuá está ubicado a 345 km. al norte de la Ciudad de Guatemala. La carretera CA-9 no está en las mejores condiciones y el camino tiene muchas curvas ya que se atraviesa la selva tropical de Alta Verapaz. Te esperan entre 6 a 8 horas de viaje en carretera. Al llegar a Cobán se continúa en la carretera que conduce a Chisec (90 km), y se cruza a la izquierda rumbo a Playa Grande. Desde este punto, es necesario recorrer 60 kilómetros hasta la entrada del parque.

Vista panorámica de Laguna Lachuá. Foto: Brenda Zapeta/Viatori

100% ambiente natural

Al llegar a la entrada del parque, y luego de las indicaciones de parte de los guardarrecursos, se necesita realizar una caminata de 4,2 km, unos 45 minutos, hasta el centro de visitantes, en donde hay zonas para acampar, bungalos, vestidores y el acceso hasta la laguna, un área para cocinar y no hay electricidad.

Todos estos elementos lo convierten en un sitio adecuado para la práctica de actividades como la observación de aves, plantas e insectos. También, si tienes suerte, verás una amplia variedad de serpientes y pequeños mamíferos. La laguna, alimentada por el río Lachuá, es de agua cristalina, con peces amigables que se acercan constantemente a quienes nadan en ella.

Por las noches, dependiendo de la temporada, la práctica de la astrofotografía es posible, ya que, si el cielo está despejado, tendrás oportunidad de observar infinidad de estrellas, tormentas eléctricas e incluso la Vía Láctea, que se ve a simple vista.

 

El cielo estrellado es uno de los atractivos de Laguna Lachuá. Foto: Jorge Rodríguez/Viatori

Cuidados

Es importante atender las indicaciones de los guardabosques, ya que el Parque Nacional Laguna Lachuá es Patrimonio Natural de la Humanidad. Es uno de dos bosques modelos existentes en Guatemala, el otro está ubicado en Quetzaltenango, y sirve de hábitat de una quinta parte de mamíferos silvestres del país, en donde destaca la presencia del jaguar. Es también considerado como un humedal, lo que permite la llegada de varias especies de aves migratorias durante todo el año.

Conrado Chamalé es uno de dos guardarrecusos que protegen y cuidan del parque. «Durante 15 años he acompañado el día a día de este lugar», dice mientras sonríe bajo la luz del fuego de la cocina. Cuenta que dentro del parque no se permiten hacer muchas actividades «porque somos nosotros quienes estamos visitando el hogar de ellos, les debemos respeto».

Don Conrado trabaja en turnos de 15 días, que comparte con otro compañero, y es el encargado de hacer valer las múltiples normas que rigen el lugar. No se permite ingresar comida a la laguna, ni fumar, ni consumir bebidas alcohólicas, entre otras cosas.

Las plantas se reproducen en su estado natural en Laguna Lachuá. Foto: Jorge Rodríguez/Viatori

Viajar a Lachuá es una de esas experiencias diferentes. El tiempo que toma en llegar hasta el lugar, la caminata en medio de la selva tropical, la primera impresión que uno se lleva al observar la laguna y la tranquilidad que se siente al estar ahí. Son sensaciones difíciles de transmitir y que hay que vivir por uno mismo.

Conrado Chamalé, guardarrecursos del Parque Nacional Laguna Lachuá. Foto: Jorge Rodríguez/Viatori

 

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