La colonia, las enfermedades, el desconocimiento de la organización ancestral y su impacto en el desarrollo en la vida en las Américas

Historia por: Viatori Vie 9, Jul 2021

Hace 30 años, en los colegios y escuelas, en las clases de estudios sociales, los niños y niñas aprendían acerca de la conquista española, de los viajes que marineros europeos, liderados por Cristóbal Colón, hacían desde los puertos de España, en busca de nuevas tierras, y cómo, a su vez, iban avanzando descubriendo más y más territorios que pronto pasaron a estar bajo el mandato de la monarquía ibérica.

Lo que el sistema educativo nunca nos enseñó, fue el precio que los pobladores nativos tuvieron que pagar ante esas acciones que hoy en día son consideradas como invasión extranjera. Inicialmente. la ocupación europea trajo una epidemia comparada con la peste bubónica, ya que las enfermedades europeas fueron el arma más mortal en contra de los pobladores locales.

Las otras graves consecuencias pasaron por la expropiación de territorios, la destrucción de patrimonio cultural a favor de una nueva religión impuesta y la consiguiente pérdida de identidad, y la desaparición completa de grupos indígenas, como consecuencia de los procesos bélicos de conquista y colonización.

Primero lo primero, las enfermedades

Las enfermedades europeas jugaron un papel determinante en la conquista española.

Es imposible hablar del sometimiento de los nativos indígenas americanos ante los invasores europeos sin hablar de las enfermedades que estos trajeron (la viruela y el sarampión). Agustín Muñoz Sanz, médico español habló en 2012 acerca de cómo las enfermedades infecciosas jugaron un papel importante en el proceso de conquista español, especialmente en países como México y Perú.

«En menos de un siglo desaparecieron de su propio mapa varias decenas de millones de habitantes indígenas. Por ejemplo, el 90% de la población caribe y arawak murió en los veinte años siguientes a la llegada de Cristóbal Colón y sus hombres en 1492″, dijo Muñoz. El médico español aseguró que lo sucedido en el siglo XVI es un gran ejemplo de lo que hoy se conoce como «patología del viajero», algo que hemos visto recientemente con la COVID-19 y su propagación por todo el planeta.

Esta teoría fue comprobada recientemente por un estudio realizado por varios investigadores estadounidenses, y publicado por la Academia Nacional de Ciencias de EE UU (PNAS), en el que se demuestra cómo la llegada de colonizadores cristianos a California, en la costa del Pacífico de ese país, tuvo efectos catastróficos para la población local.

El estudio, basado en evidencia histórica y bioarqueológica, calcula que la población local a mediados del siglo XVIII, pasó de 43,285 personas a 7,800 individuos tras la llegada de los misioneros. “El número de muertes tras el establecimiento de las misiones españolas fue, probablemente, mucho mayor, especialmente si la población en el momento del contacto está infraestimada y si los fallecimientos no se registraban”, dijo a ElPaís Brian Codding, historiador y líder de la investigación.

En esa zona, antes de 1769, los habitantes vivían un promedio de 47 años de edad, expectativa de vida que se redujo hasta menos de 22 años después de la llegada de los misioneros. A la viruela, el resfriado común, la gripe, el sarampión, la difteria, la malaria, hay que añadir los procesos de expropiación de tierras, las hambrunas, la esclavitud y los traslados forzosos, como las causas de la disminución de las poblaciones indígenas precolombinas a manos de los europeos.

El desconocimiento de la organización ancestral

La llegada de los españoles a América significó el desconocimiento de todo el sistema organizativo y de creencias asentado en las comunidades indígenas precolombinas.

Medio siglo después de la llegada de Cristóbal Colón al Caribe americano, en diferentes regiones del «nuevo» continente ya existían gobiernos coloniales más o menos organizados, que se impusieron a sistemas de organización aborígenes respaldados, en algunos casos como los mayas, por más de mil años de historia. Los nuevos gobiernos coloniales provocaron la «desestructuración del mundo aborigen americano, es decir, se interrumpió para siempre el devenir histórico de grandes civilizaciones e importantes culturas».

Miguel León Portilla, experto mexicano en materia del pensamiento y la literatura de la cultura náhuatl, recuperó algunos versos de los antiguos pobladores aztecas escritos en 1524, durante el apogeo de la guerra invasora, y que etiquetó como «traumas de la conquista». Estos versos muestran la resignación de los habitantes originarios al ver cómo todo en lo que creían, se desmoronaba para dar paso a las imposiciones españolas. «Tal vez a nuestra perdición, tal vez a nuestra destrucción, es sólo a donde seremos llevados [más], ¿a dónde deberemos ir aún? Somos gente vulgar, somos perecederos, somos mortales, déjennos pues ya morir, déjennos ya perecer, puesto que ya nuestros dioses han muerto».

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La reducción de la población nativa, también dio paso al mestizaje, y la consecuente «europeización» de los habitantes del nuevo mundo. En varias regiones del continente americano, algunos grupos originarios mantuvieron el dominio de grandes territorios, lo que molestaba a los gobernadores mestizos, deseosos de más poder. Territorios en manos de naciones como los mapuche, het, ranquel, wichí, qom, algonquina, hopi, comanche, inuit, en regiones como la Patagonia, la llanura pampeana, el Gran Chaco, el Mato Grosso, la Región Amazónica, la Región del Darién, las grandes llanuras del oeste norteamericano y Alaska, vivieron nuevos procesos de conquista de parte de los países ya independientes de la corona española.

Los gobiernos de Argentina, Brasil, Estados Unidos y Chile, entre otros, etiquetaron a sus pobladores como «indios» o «salvajes», y con ello justificaron sus acciones bélicas en contra de ellos a lo largo de los siglos XIX y XX. «Pareciera como si el Estado está en contra de nosotros», dijo Angelina Aspuac, una mujer Maya K’aqchiquel’ quien lucha, junto a otras mujeres Mayas tejedoras, por el reconocimiento a sus derechos como guardianas de la colectividad Maya.

Consecuencias de la conquista

La cristianización no solo tuvo consecuencias culturales, sino que la llegada de los misioneros también provocó la muerte de miles y miles de habitantes nativos.

Las consecuencias que destacan por su importancia en la Conquista de América son:

  • Desaparición de los sistemas políticos y también organizativos de los pueblos indígenas (aunque en cada región ocurrió en momentos diferentes).
  • Desaparición de numerosas lenguas autóctonas y la casi extinción de otras. Las lenguas indígenas pasaron a un segundo plano, si bien este proceso tardó casi tres siglos, y se impusieron definitivamente los idiomas europeos (pasaron a ser hegemónicos en todos los países americanos).
  • Destrucción de obras culturales de los pueblos originarios (textos, obras de arte, religiones, templos, ciudades, obras artesanales, monumentos, etc.).
  • Desprecio y estigmatización de las culturas originarias.
  • Subordinación de los pueblos originarios: los colonizadores españoles atribuyeron a los indígenas la categoría de «encomendados».
  • La esclavitud y el trabajo forzado: existían pueblos aborígenes que practicaban la esclavitud y los conquistadores la establecieron de la misma manera.

Pero no todo cae dentro del lado negativo. La expansión de Europa hacia tierras americanas, permitió el inicio de globalización que vivimos actualmente. Se crearon nuevas rutas de comunicación y transporte, principalmente marítimas, entre Europa y América. Cultivos como el tomate, el maíz, el cacao y las papas fueron exportados hacia otras partes del mundo, y otros como el olivo, el arroz, el café, la caña de azúcar y trigo fueron introducidos en el nuevo mundo. También se trajo a animales de granja y de carga, como el caballo, la vaca, el asno, el buey, y la oveja, y el uso de tecnología agrícola, como la carreta con rueda, desconocida por los nativos americanos.

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