Nadie quiere hacerse cargo de la basura de su vecino. En el caso del río Motagua, el conflicto está escalando a nivel internacional entre Guatemala y Honduras.
En el caso del río Motagua, el conflicto está escalando a nivel internacional. Las administraciones presidenciales de Honduras y Guatemala han estado buscando durante años una solución a los desechos que flotan río abajo hacia las costas hondureñas. Pero según los afectados, los presidentes que han ido y venido de ambos países durante más de una década han hecho poco más que promesas vacías. El conflicto se ha traducido en medidas como la construcción de vallas a lo largo del río, llamadas también Bio-bardas, para intentar frenar el flujo de desechos hacia el mar.
El río Motagua, uno de los principales afluentes de Guatemala y Honduras, es visto junto a la planta principal del Sistema de Retención de Desechos Sólidos Flotantes del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) guatemalteco, en la aldea El Quetzalito, en Izabal. Foto: Dony Stewart
En la planta principal del Sistema de Retención de Desechos Sólidos Flotantes funcionan unos brazos articulados, que son los que deben de retener la contaminación residual que arrastra el río Motagua en su recorrido por el norte y noreste de Guatemala. Foto: Dony Stewart
Personal del Ministerio de Ambiente guatemalteco, y habitantes de la aldea El Quetzalito, trabajan en la remoción de los desechos sólidos que flotan en el río Motagua. Estos desechos luego son llevados a la planta principal de reciclaje del sistema, para ser convertidos en material que será aprovechado en construcción o elaboración de objetos de uso común y cotidiano. Foto: Dony Stewart
Una vez en tierra, los desechos son organizados y clasificados para luego ser despedazados y triturados en viruta. Este material puede ser usado para la construcción o elaboración de objetos como escritorios para el sistema educativo del país o en la construcción de carreteras, al poder ser mezclado con asfalto y ahorrar costos en la producción de asfalto. Foto: Dony Stewart
A pesar del funcionamiento de esta planta de tratamiento de desechos y que contribuye en la limpieza del Motagua, la contaminación residual de plástico es excesiva, y la misma es arrastrada hacia el Océano Atlántico y la bahía de Omoa, en Honduras. Foto: Dony Stewart
A pesar del funcionamiento de esta planta de tratamiento de desechos y que contribuye en la limpieza del Motagua, la contaminación residual de plástico es excesiva, y la misma es arrastrada hacia el Océano Atlántico y la bahía de Omoa, en Honduras. Foto: Dony Stewart
Esto ha provocado una serie de incidentes diplomáticos entre las naciones centroamericanas. Honduras se queja de que su vecino no hace lo suficiente ni necesario para contener la contaminación que el río Motagua arrastra hacia el Océano Atlántico. Foto: Dony Stewart
Para evitar que la diplomacia entre Guatemala y Honduras entre en crisis, el gobierno guatemalteco, a través de su Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales, organiza junto al de Honduras, jornadas de limpieza de las playas de Omoa. Foto: Dony Stewart