Río Motagua: Un río que nace en Guatemala y es una amenaza para Honduras
Una avalancha de desechos y contaminación que fluye con el Río Motagua, que nace en el altiplano de Guatemala y desemboca en las playas de Honduras, viola las fronteras centroamericanas y amenaza con desatar un conflicto diplomático entre ambas naciones.
Una avalancha de desechos y contaminación que fluye con el Río Motagua, que nace en el altiplano de Guatemala y desemboca en las playas de Honduras, viola las fronteras centroamericanas y amenaza con desatar un conflicto diplomático entre ambas naciones.
Eduardo Rivera ha vivido toda su vida en Omoa. y ha experimentado el aumento de la basura acarreada por el Motagua y el daño ambiental que esto genera. Foto: Carlos Palma
Limpiamos la basura que no es nuestra. Todo viene de Guatemala y podemos limpiar en la mañana, pero de nada sirve porque en la tarde ya está lleno de basura nuevamente”, dijo Ricardo Alvarado, Alcalde Municipal de Omoa. Foto: Carlos Palma
La contaminación de los cuerpos de agua no es algo nuevo en Guatemala, ni en toda Centroamérica. Según un estudio hecho por The Ocean Cleanup (CU), en el istmo hay hasta 25 ríos causantes de la mayor contaminación marina en toda la región, y 11 de estos están en Guatemala. Foto: Carlos Palma
En 2016, cuando la gente de Omoa empezaba a ver con tristeza que las avalanchas de basura no dejaban de llegar, en Guatemala, entidades gubernamentales como el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), advertían de la alta concentración de desechos sólidos y orgánicos en varios ríos analizados en ese entonces. Foto: Carlos Palma
Gustavo Cabrera, biólogo hondureño y director ejecutivo de la Fundación Cuerpos de Conservación Omoa (CCO) dijo que “Este problema no es tan fácil de resolver pues hay que hacer un enfoque desde la cuenca, pues de nada nos funciona a nosotros estar limpiando temporalmente las playas y manglares si el problema está en la cuenca del Rio Motagua”. Foto: Carlos Palma
Pedro Serrano, pescador de la comunidad garífuna de Masca, en Omoa, Puerto Cortés, afirma que la basura de Guatemala afecta su oficio en Honduras. “(Por) la basura que sale de Guatemala hay veces que el pescado no pica o huye, porque está lleno de basura en cierta parte y es cuando uno sale mar adentro (a pescar)”. Foto: Carlos Palma
Lo que Eduardo no comprendía en esos días de infancia, recolectando muñecos usados, es que toda esa gran cantidad de residuos que escarbaba habían llegado hasta ahí gracias al Motagua, un río de 17.991 km2 de extensión, que nace en el centro de Guatemala, específicamente en Joyabay, Quiché, a más de 500 kilómetros de Masca, y desemboca en el Mar Caribe hondureño. Foto: Carlos PalmaLimpiamos la basura que no es nuestra. Todo viene de Guatemala y podemos limpiar en la mañana, pero de nada sirve porque en la tarde ya está lleno de basura nuevamente”, dijo Ricardo Alvarado, Alcalde Municipal de Omoa. Foto: Carlos Palma
Aunque pobladores ya sufrían los efectos negativos de la contaminación acarreada por el río Motagua, no fue sino hasta en 2011 que el problema comenzó a aparecer en los medios de comunicación locales de ambos países. “Limpiamos la basura que no es nuestra. Todo viene de Guatemala, y podemos limpiar en la mañana, pero de nada sirve porque en la tarde ya está lleno de basura nuevamente”, decía Ricardo Alvarado, alcalde municipal de Omoa, un municipio turístico hondureño, y uno de los más afectados por los residuos acarreados por el río. Foto: Carlos Palma
Maribel Umaña, presidenta de la Cámara de Comercio de Omoa, indica que la contaminación afecta los negocios turísticos de la zona. “Lo difícil con el tema de la limpieza de playas en toda la costa es que es un gasto fuera del presupuesto que manejamos, aparte se ve reflejado en el impacto que Omoa está siendo mal visto por los turistas”. Foto: Carlos Palma
Yessenia Rivera Vargas, lideresa comunitaria de Barra del Motagua, afirma que la comunidad que habita se dedica a realizar proyectos ecológicos para limpiar las playas. “En mi comunidad nos dedicamos a reforestar y cuando hay proyectos los desarrollamos. Vivimos en un lugar hermoso y me ha ido bien, porque aquí nos encanta lo que hacemos para la comunidad”. Foto: Carlos Palma