La manjúa, una pesquería desconocida en Guatemala
Considerada como una de las pesquerías más importantes para Guatemala debido a su importancia nutricional, la manjúa es un pez del que muy pocos conocen.
Manjúa, sardina, pepesca, pupos o pescaditos son los nombres que reciben varias especies de anchoas y anchovetas que se pescan en las aguas del Caribe de Guatemala. Foto: Jorge Rodríguez
En la Bahía de Amatique, en el Caribe de Guatemala, unos 600 pescadores se dedican a la pesca de la manjúa, una sardina muy importante para el desarrollo biológico marino de la zona. Foto: Jorge Rodríguez
Autoridades de pesca guatemaltecas han iniciado un proceso de registro de pescadores, con el objetivo de generar estrategias para el manejo sostenible del recurso pesquero. Foto: Jorge Rodríguez
Muchos de los pescadores de manjúa pertenecen al grupo Maya Q’eqchi’ y tienen en esta pesquería, su única fuente de ingresos económicos para la subsistencia. Foto: Emerson Díaz
La pesca de la manjúa es una pesquería familiar, en la que participan desde los hijos pequeños hasta los abuelos y adultos mayores. Foto: Jorge Rodríguez
Luego de extraer la manjúa y como parte del proceso de secado necesario para vender el producto, los pescadores le añaden sal. Foto: Jorge Rodríguez
Al terminar la jornada de pesca, cada sardinero descarga el producto pescado, ya salado, y lo extiende sobre un trozo de plástico negro para secarlo al sol y luego ponerlo a la venta. Foto: Jorge Rodríguez
“Yo empecé a pescar desde niña, porque mi mamá y mi papá pescaban manjúa” dice Zoila Castro, mujer pescadora Maya Q’eqchi’, en la Bahía de Amatique, en el Caribe de Guatemala”. Foto: Jorge Rodríguez
El P'aay chú s'aay (patín de pescaditos en Maya Tzu’tujil) es un platillo ancestral tradicional de la zona del lago de Atitlán Foto: Jorge Rodríguez
El patín forma parte de la comida que los campesinos del altiplano comen durante su jornada en los cultivos. Foto: Jorge Rodríguez
César Aguilar, uno de los “sardineros originales”, muestra una red típica para la pesca de la manjúa, cuya luz de malla pone en riesgo la sobrevivencia de hasta 60 otras especies acompañantes de la manjúa. Foto: Jorge Rodríguez
Benedicto Cordón es un pescador de Puerto Barrios que trabaja activamente para mejorar las condiciones de vida de su colectivo laboral y del manejo del recurso pesquero. Foto: Jorge Rodríguez
El uso de artes de pesca no permitidos para capturar manjúa pone en riesgo a la fauna acompañante de esta especie: peces globo, caballitos de mar y otros animales marinos, entre otros. Foto: Ángeles Shoenbeck