¿Qué es un corredor biológico?

Historia por: Jorge Rodríguez Fotografía por: Elías Buch/BirdZone Atitlán Mié 19, Jun 2019

Un corredor biológico es un área que conecta dos o más regiones. Franjas estrechas de vegetación, bosques ribereños, túneles por debajo de carreteras, plantaciones, vegetación remanente o grandes extensiones de bosques naturales.

Las características pueden variar, dependiendo de la región en la que se encuentren, sin embargo, el requisito indispensable es que mantengan la conectividad entre los extremos para evitar el aislamiento de las poblaciones.

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Por poner un ejemplo, Guatemala, específicamente en la zona norte del país, cuenta con el Corredor del Bosque Nuboso, un área de 30 kilómetros de extensión, con 28 mil 60 hectáreas de terreno, 19 reservas naturales y 3 municipios del departamento de Baja Verapaz.

Junto con el resto de países de Centroamérica, también integra el llamado Corredor Biológico Mesoaméricano, que conecta áreas naturales desde el Sur de México hasta Panamá.

Los corredores mantienen la continuidad de los procesos biológicos. Esto significa que la clave para la conservación, es que los individuos de las diferentes especies de vida silvestre, se dispersen para poder relacionarse con otros individuos y así cultivar la fortaleza genética de las especies.Uno de los más importantes para la conservación es el proceso de dispersión de los individuos.

Adaptabilidad al cambio climático

En la actualidad, la importancia de los corredores se eleva al máximo, debido a que la conservación de los diferentes ecosistemas, ayuda a las plantas a adaptarse de mejor manera a los cambios climáticos. Esto, a su vez, beneficia a los mismos ecosistemas, ya que se permite mantener la diversidad de los mismos.

Por naturaleza, los animales deben migrar y la conexión que permiten los corredores facilita el movimiento de las especies y la dispersión de las plantas. Con ello, las plantas pueden colonizar nuevos hábitats y así evitar la extinción local de las poblaciones.

Áreas protegidas

Mapa de flujo de migración de especies en la zona de Centroamérica y el Sur de México. Imagen: The Nature Conservancy

La existencia de los corredores biológicos es posible gracias a la designación de Áreas Protegidas en los diferentes países involucrados. Sin ellas, es probable que situaciones como el avance de la frontera agrícola, la depredación de los bosques y la contaminación serían mucho más marcados de lo que son en la actualidad, acrecentando la crisis de subsistencia para la vida silvestre.

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Un estudio realizado en 2013 por el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (Catie), determinó que «se necesita ampliar en 11% la extensión de las áreas silvestres protegidas y al menos un 5% el área de corredores biológicos, de manera que las especies que actualmente protegen las áreas se mantengan protegidas en un futuro», según una publicación hecha por el sitio ojoalclima.com.

Para lograrlo, es necesaria la participación de los gobiernos, pero también de la población en general, mediante el cambio de hábitos, la reforestación de las zonas degradadas y el cuidado de los recursos naturales.

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