Canjes de deuda por naturaleza y clima: ¿solución o parche temporal para América Latina?

Historia por: Viatori Fotografía por: Carlos Duarte Jue 26, Sep 2024

Los canjes de deuda por naturaleza y clima han sido presentados como una herramienta para aliviar la presión de los países en desarrollo y, al mismo tiempo, impulsar proyectos de conservación ambiental. Sin embargo, el nuevo informe de Zero Carbon Analytics revela que esta solución está lejos de ser la panacea para América Latina, una región que enfrenta una crisis de deuda cada vez más apremiante.

El informe, titulado Reformando el financiamiento climático: Los canjes de deuda por naturaleza en América Latina y el Caribe, examina los casos de Bolivia, Costa Rica y Ecuador, países que han implementado este tipo de acuerdos desde los años 80. Según el estudio, los canjes de deuda han mostrado limitaciones significativas. María Marta Di Paola, investigadora de Zero Carbon Analytics y autora del informe, explicó que «estos canjes solo compensaron alrededor del 0,11% de los pagos de deuda de los países de renta baja y media entre 1987 y 2023». Esta cifra contrasta fuertemente con la expectativa de que este mecanismo podría aliviar sustancialmente la carga de deuda de la región.

A pesar de estas limitaciones, la idea sigue ganando terreno, especialmente con la reciente propuesta del presidente colombiano, Gustavo Petro, de llevar los canjes de deuda por naturaleza y clima a la agenda de la próxima Conferencia de Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP16), que se celebrará en Cali. La propuesta cuenta con el apoyo de varios países latinoamericanos, que ven en esta iniciativa una alternativa frente al creciente endeudamiento de la región.

El programa PROBOSQUE en Guatemala, brinda incentivos económicos a personas y grupos decididos a no talar bosques. Foto: INAB

Sin embargo, el problema subyacente es mucho más profundo. Entre 2016 y 2020, el 81% del financiamiento climático que llegó a América Latina y el Caribe fue en forma de préstamos y no de donaciones, lo que ha agravado la crisis de deuda. Para el año 2024, se espera que los países en desarrollo dediquen, en promedio, un 41,5% de sus ingresos presupuestados al pago de deuda. Esto deja menos recursos disponibles para atender necesidades urgentes como la salud, la educación, y la acción climática.

Aunque el concepto de los canjes parece prometedor sobre el papel, el informe de Zero Carbon Analytics señala que el mercado de estos acuerdos sigue siendo demasiado pequeño. Además, los canjes dependen de la moneda local y no aportan nueva financiación internacional al país. “El Fondo Monetario Internacional (FMI) menciona que los canjes de deuda por acción climática sólo tienen sentido económico en un número limitado de casos”, comentó Di Paola, subrayando que otras alternativas, como las donaciones condicionadas o la reestructuración de deuda, podrían tener un mayor impacto.

En el caso de Guatemala, un país que también enfrenta una deuda creciente y serios desafíos ambientales, los canjes podrían parecer una opción viable. Sin embargo, el contexto local requiere una evaluación más profunda. La dependencia de financiamiento climático en forma de préstamos podría significar que, en lugar de generar recursos adicionales para conservación, estos acuerdos solo sirvan para redistribuir fondos que ya están comprometidos en el pago de intereses.

Así, mientras la COP16 se acerca y las expectativas sobre la propuesta de canjes crecen, el debate en América Latina debe centrarse en buscar soluciones sostenibles que no solo alivien la deuda, sino que también impulsen una financiación efectiva para proteger el medio ambiente y enfrentar el cambio climático.

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