Empoderamiento comunitario a partir del turismo y la conservación

Historia por: Isabella Rolz Fotografía por: Jorge Rodríguez Mar 18, Jun 2024

Mientras hierve un poco de agua junto con una raja de canela y una tableta de cacao para elaborar dulces artesanales, Francisca Gutiérrez habla acerca del impacto que las actividades relacionadas con el turismo comunitario ha tenido en su vida y en la de muchas mujeres de La Técnica Agropecuaria, una comunidad ubicada al norte de Guatemala en el municipio de Las Cruces, Petén. Su cocina es sencilla, lo que no la detiene para moler las semillas, dorarlas en un sartén y finalmente convertirlas en pequeñas barras de chocolate artesanal.

“Para mi familia el cacao no solo es un producto o una fuente de ingreso. Sino que también es parte de nuestras raíces, y con mi esposo queremos continuar pasándolo de generación en generación,” cuenta Francisca. El cacao era un tesoro para la civilización maya que radicaba en Petén. A los mayas, no solo les servía como una forma importante de moneda, sino también por los beneficios que trae para la salud. Por lo tanto, a través del tiempo, lo convirtieron en producto para beber y comer y en las últimas décadas se ha generado un boom por realizar chocolate artesanal.

Ella es una de las 20 madres de familia que se dedican a la elaboración de chocolate artesanal y que están involucradas en otras actividades relacionadas con el turismo. En ese sentido, desde 2021, junto a su esposo Romario Ramírez y otros residentes de La Técnica, desarrollan esfuerzos para incentivar la preservación de las tradiciones locales, la promoción de sitios arqueológicos como Yaxhilán y Piedras Negras y, principalmente, la conservación del río Usumacinta y el bosque del Parque Nacional Sierra del Lacandón.

“Yo soy maestra y cuando llegué a La Técnica no sabía nada acerca de la cocina pero desde que formo parte de este proyecto, me he capacitado en gatronomía, administración y hotelería. Además, también soy guía comunitaria”, dijo Francisca.

Francisca Gutiérrez forman parte de la Cooperativa La Técnica, que promueve al río Usumacinta como uno de los destinos turísticos más impresionantes de Guatemala, debido a su naturaleza, su historia ancestral y cultural, todo desde una visión comunitaria. Foto: Jorge Rodriguez/Viatori

Desarrollo a partir del turismo

Según un reciente estudio por la Red Latinoamericana de Turismo Comunitario (RELCOTUR), el turismo es una alternativa viable para el desarrollo sostenible en países en vías de desarrollo. Con ello en mente, 20 residentes de La Técnica Agropecuaria crearon la “Cooperativa de La Técnica”, con el fin de promover los atractivos turísticos alrededor del río Usumacinta. La idea no es solo apoyar los medios de vida locales, sino proteger esta zona que forma parte del Parque Nacional Sierra del Lacandón.

De acuerdo con Romario Ramírez, esposo de Francisca, quien además es guía de turismo y experto en observación de las aves que se mueven por la región del Usumacinta, uno de los objetivos de la iniciativa de turismo que lidera es la de mostrar al mundo que en esta zona “somos privilegiados y lamentablemente no hay mucha gente que lo sepa. Porque en el río tenemos naturaleza, cocodrilos, aves, historia antigua con varios sitios arqueológicos y al mismo Usumacinta”, dijo.

Luego de la Firma de la Paz en 1996, muchas familias desplazadas por la guerra, volvieron al país y necesitaban un lugar en donde asentarse. La Ténica Agropecuaria, en el extremo más al norte de Guatemala, fue una de esas comunidades conformada por gente de diferentes contextos étnicos y culturales. Inicialmente la idea era la de tener un trozo de tierra para vivir y cultivar lo básico. Con el tiempo, la comunidad se convirtió en paso fronterizo de migrantes, aprovechando la cercanía con Corazal, del lado de México. El flujo de personas ayudó al desarrollo de las familias mediante el servicio de lanchas para cruzar el río, tiendas, ventas de comida y hospedajes.

Romario Ramírez, guía comunitario de La Técnica señala la huella de un jaguar dentro del Parque Nacional Sierra del Lacandón. Foto: Jorge Rodríguez/Viatori

“Pero la pandemia y toda la situación política y social alrededor de los migrantes hizo que el flujo descendiera, especialmente desde octubre pasado”, se lamentó Romario. Según el guía turístico, la visión es la de diversificar las fuentes de ingresos para que los habitantes de La Técnica puedan acceder a oportunidades para desarrollarse personal y laboralmente.

Por ejemplo, el caso de Francisca, al no tener acceso a oportunidades educativas durante su infancia, llegó a creer que no podía optar por ningún empleo. Sin embargo, a través de la creación de la Cooperativa de La Técnica, ella, junto con otras mujeres de la aldea, han logrado conseguir empleo formal por medio del turismo comunitario.

“Ya somos más o menos 50 mujeres involucradas en el proyecto. Yo, como mujer, me siento incluida y sé que ahora puedo participar en los mismos proyectos que los hombres”, dice Francisca.

Innovación con espíritu de conservación

Tradicionalmente, el papel de las mujeres se limita a labores asociadas con la cocina, la limpieza y el orden. Pero ese no es el caso con el proyecto de La Técnica. “Todas las mujeres que estamos en el proyecto no solo cocinamos, sino que también guiamos, montamos el servicio de hotelería. Yo, por muchos años me he capacitado en temas de cocina y administración”, dijo Francisca.

De acuerdo con la cocinera y guía comunitaria, el estar dentro de este proyecto ha sido de gran beneficio para las mujeres porque les ha permitido ampliar su visión de vida al incorporarse a un mercado laboral por primera vez, lo que las ha empoderado para poder tomar sus propias decisiones. ” Yo no tengo estudios ni una profesión, pero el turismo me permite tener ingresos que antes no tenía”, compartió Faustina Gutiérrez, quien también se involucra en la elaboración de cacao artesanal.

Un estudio de la Organización Mundial del Turismo (OMT) en 2022 reveló que el 57% de los empleos en turismo comunitario a nivel global son ocupados por mujeres. Asimismo, en Guatemala, según un reciente estudio por la Fundación para el Desarrollo Rural (FUNDAP), las mujeres representan el 65% de la fuerza laboral en iniciativas de turismo comunitario.

En La Técnica Agropecuaria, muchas mujeres como Faustina Gutiérrez han encontrado en la producción de chocolate artesanal una fuente de ingresos que compensa la falta de estudios debido al poco acceso a oportunidades que tienen en esta región fronteriza entre Guatemala y México. Foto: Jorge Rodriguez/Viatori

“Me siento orgullosa de ser mujer y que ya no haya discriminación hacia nosotras. Lo que me gusta es la visión comunitaria y lo que busca el proyecto que, en sí, es empoderarnos y fortalecer la economía de la familia y también generarnos empleos”, dice Francisca.

Además del turismo, el proyecto también busca tener injerencia en la educación ambiental de los niños y niñas de la comunidad, con apoyo de entidades como Defensores de la Naturaleza, que administra el Parque Nacional Sierra del Lacandón. “Estamos involucrando a los jóvenes que están interesados en conservación y creemos que ese interés por la naturaleza hará que el turismo sea auto sostenible”, dijo Nery Jurado, integrante de la ong guatemalteca.

Todo este esfuerzo no pasó desapercibido por el Instituto Guatemalteco de Turismo (INGUAT), ente que regula el turismo en el país y que, según su director, Harris Whitbeck, buscan imprimir una filosofía basada en crear productos “fundamentados en lo que las comunidades realmente quieren y saben que pueden ofrecer”. Por ello, una iniciativa comunitaria como la de La Técnica puede tener el impulso necesario para darse a conocer a nuevos públicos.

“No queremos expandirnos como un sector empresarial, sino mantener la esencia de nuestro proyecto de turismo comunitario y que la gente venga a vivir las vivencias de la comunidad”, dijo Francisca.

Por su parte Romario añadió que además del espíritu de inclusión y apoyo entre miembros de la comunidad, lo que ofrecen es entrar en contacto con un entorno natural de gran importancia para el desarrollo del país en aspectos económicos, sociales y ambientales. “Si no protegemos esto, todos vamos a lamentarnos de perder una joya que no existe en otro lugar del mundo. Queremos que los guatemaltecos nos conozcan y vengan a vivir la experiencia de ver la naturaleza, los sitios arqueológicos y la vida silvestre que vive en el Usumacinta”, concluyó.

Mira más fotos del río Usumacinta y sus atractivos naturales siguiendo este enlace.

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