El xate

Historia por: Jorge Rodríguez Fotografía por: Jorge Rodríguez Mar 11, Jun 2024

El Xate (Chamadeorea sp). es una palma que crece de manera silvestre en el interior de la selva de Petén, al norte de Guatemala. Esta hoja se exporta como un producto ornamental que es utilizado para la elaboración de arreglos florales. Es uno de los servicios que el bosque de la Reserva de la Biosfera Maya (RBM) provee a las comunidades que viven dentro de esta zona protegida, la más grande del país.

Uaxactún es una de esas comunidades en las que sus pobladores se dedican a la extracción del xate. Debido a vivir dentro de una zona protegida, ninguna actividad productiva puede interferir con el estado de conservación del bosque. Es por ello que esta comunidad, junto con otras 11 más esparcidas por el norte de Petén, son beneficiarias de concesiones forestales comunitarias, que les ha permitido realizar esta actividad no forestal y recibir ingresos que permite el desarrollo de sus habitantes.

Apreciada y conocida en Estados Unidos, Amsterdam y España, el xate es una planta cuya hoja se utiliza para la creación de arreglos florales. Su atractivo y valía está en que esta hoja de palma es que mantiene su apariencia fresca por hasta 40 días.

Según algunas estimaciones, en los últimos tres años, los ingresos de las comunidades por la comercialización y exportación ascienden a Q13.24 millones, y Estados Unidos de América es el principal comprador desde 2005. Cada paquete contiene alrededor de 600 hojas de xate y su precio oscila entre los US$12.25 y US$14.50 dependiendo del tamaño de la hoja..

Arreglo floral con hojas de xate. Foto: Pinterest

La hoja del xate se recolecta entre la selva, ya que crece de manera silvestre. Según una publicación de 2017, el cultivo de esta palma generó más de 12 mil empleos directos al año a través de la recolección, clasificación y empaque, en las comunidades de Carmelita y Uaxactún. Para la comercialización se estima que se generan 600 empleos adicionales. Para ese año se estimaba la exportación de entre 700 a 900 paquetes semanales, durante el año (total estimado anual hasta 46 mil 800 paquetes).

La recolección del xate es apoyada por diferentes entidades locales como internacionales, como el Fondo para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y Rainforest, ya que esta actividad permite que los pobladores de comunidades como Carmelita o Uaxactún tengan una fuente de ingreso y así las zonas forestales protegidas no son destruidas.

A quienes se dedican a esta actividad se les conoce como ‘xateros’, que viven en el interior de la selva por períodos de hasta tres meses seguidos. Foto: Jorge Rodríguez/Viatori

Sustento para las familias

Juan Cruz Coc es un residente de Uaxactún, quien ha logrado a través de este cultivo, sostener a su familia de tres hijos. “Es lo que nos provee el sustento y por ello no dejamos de apoyar este proyecto”, dijo. “Si uno es bueno en la actividad, trabajando los 30 días del mes, de 7 de la mañana a 2 de la tarde, es posible duplicar el salario mínimo (que otras actividades agrícolas) ofrecen. Y se trabaja menos”.

En toda la línea de producción participan hombres y mujeres de las comunidades. Su recolección se realiza desde marzo hasta junio, durante la época seca. Los recolectores buscan las plantas en el bosque, cortan las hojas que tengan una longitud de 20 a 50 centímetros. Cada planta produce de 50 a 100 hojas durante su ciclo vital, y puede ser cosechada entre tres a cuatro veces por año.

Luego de ello, los recolectores, conocidos como xateros, llevan las hojas al centro de acopio en donde son seleccionadas, descartando aquellas hojas que podrían tener heridas o no dar la talla requerida. Luego se empacan en un rollo con 600 hojas de xate y se realiza un curado de los tallos para que la apariencia fresca y verde dure por más tiempo.

Debido a las condiciones de la concesión, Uaxactún y el resto de comunidades forestales de Petén están organizadas en cooperativas, para que el beneficio de las actividades alcance a todas las personas. Además del xate, también extraen chicle, se realizan productos a partir de la semilla del ramón, lo que se suma a la extracción de madera que representa el grueso de los ingresos de estas poblaciones.

“Yo sé que siempre que necesite un ingreso extra, me meto a la selva y xateo”, mencionó Cruz.

Juan Cruz Choc, residente de Uaxactún, ha sido xatero 37 de sus 43 años de vida. Foto: Jorge Rodriguez/Viatori

Ante los peligros de la selva

Los beneficios económicos son evidentes para estas comunidades peteneras, aunque no está exenta de riesgos. Al estar enclavadas justo dentro de la RBM, los xateros tienen que enfrentar varios peligros mortales, como lo son las serpientes (barbamarilla, coral), jaguares y otros grandes felinos.

“Es una actividad de mucho riesgo, ya que nos lleva a estar internados hasta tres meses dentro del selva”, dice un xatero de Carmelita, otra comunidad forestal. “Además del clima y la dificultad de conseguir insumos básicos como alimentación y agua, nos enfrentamos a los peligros de la selva”.

La barbamarilla (Bothrops asper) es una de las serpientes más venenosas de Centroamérica.  Su mordida es temible pues afecta de un doble modo: a nivel local y en forma inmediata produce una gran necrosis, edema, sangrado local y dolor muy intenso. Posteriormente, a nivel sistémico, sus toxinas alteran la coagulación llevando a un sangrado generalizado que puede llevar a la muerte si no se aplica el suero antes de las cuatro horas de producida la lesión.

“A mí me han mordido hasta siete veces, pero conozco la selva y las plantas que me han ayudado a seguir vivo. Otros no han tenido tanta suerte”, dijo otro xatero de Carmelita.

Debido a que esta actividad se realiza profundo en la selva, el acceso de servicios médicos y de emergencia toma mucho tiempo. “Si alguien es mordido y muere, su cuerpo se queda ahí y se convierte en parte de nuestro paisaje diario”.

La extracción del xate es una experiencia con muchos riesgos, tanto para las personas que la practican como para el medio ambiente. Organizaciones en Belice de preservación como Amigos para la Conservación y el Desarrollo, trabajan en conjunto con personas e instituciones de Guatemala para encontrar una solución para que el impacto sea bajo y se mantenga el ingreso económico para quienes dependen de esta pequeña planta.

En los campamentos de xateros no es extraño ver ‘tumbas’ improvisadas de algunas víctimas de mordeduras de serpientes. Foto: Jorge Rodríguez/Viatori

“Mi hijo prefiere trabajar en las rondas a xatear”, contó Cruz. “En una ocasión, a unas diez brazadas de donde yo xateaba, dentro de una cueva extraña me topé con un jaguar. Decidí no molestarlo porque esta también es su casa. Sí se corren riesgos al realizar esta actividad”, añadió.

Al igual que el resto de actividades forestales y no forestales dentro de estas comunidades peteneras, el xate también forma parte de los recorridos turísticos que se realizan dentro de ellas, ya que, según sus propios habitantes, es una forma de mostrarle al mundo que las concesiones comunitarias son un modelo exitoso de desarrollo y conservación.

La parte turística incluye mostrar la gastronomía local petenera, a base de ramón y otra hoja llamada chaya, caminatas entre los vestigos de grandes ciudades antiguas mayas, como Tikal, el Mirador – Río Azul, Uaxactún y el Zotz, entre otras. En Uaxactún además, cada año los solsticios son muy populares y atraen a muchos turistas nacionales e internacionales, debido a la alineación de sus templos con la salida del nuevo sol.

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