El entrenamiento estilo Pokemón para el próximo Global Big Day

Historia por: Jorge Rodríguez Fotografía por: Ximena Capera Dom 22, Sep 2024

Pajarear está en auge en muchos países de Latinoamérica. Esto no es casualidad, ya que la región es hogar del 70% de todas las aves del planeta. Por eso, eventos como el Global Big Day están marcados en rojo en el calendario de los amantes de las aves. Este evento, que se celebra dos veces al año durante las temporadas migratorias, conecta a observadores de aves de todo el mundo en una gran competencia amistosa.

En mayo de este año, el Laboratorio de Ornitología de la Universidad de Cornell, entidad que impulsa esta actividad, publicó la participación de más de 63 mil personas, quienes realizaron 3,2 millones de observaciones de aves y reportaron 156 mil listas de verificación, lo que resultó en el registro de 7,725 diferentes especies en todo el mundo. Todo un récord, según anunció eBird entonces. Y es que este evento se ha convertido en uno de los más grandes de ciencia ciudadana en todo el mundo y que permite, dos veces al año, recopilar valiosa información relacionada con el estado de conservación de las aves en las diferentes regiones del planeta.

Más allá de su importancia científica, en varias regiones de Latinoamérica, particularmente en Colombia y Perú, los dos países que suelen estar a la cabeza en el número de especies reportadas, cada Big Day es una oportunidad para sobresalir y mostrarse como la región en donde más aves se pueden registrar. “La observación no es una competencia como tal, pero creo que el Global Big Day sí lo es”, dijo Xiomara Capera, una bióloga y ornitóloga colombiana y fundadora de Birdemy, una academia que enseña a todas las personas a cómo acercarse al mundo de la observación y estudio de las aves.

El Global Big Day es más que un conteo de aves; es una oportunidad para que países como Colombia y Perú, líderes en biodiversidad, muestren su riqueza natural. “La observación no es una competencia, pero el Global Big Day sí lo es, en donde el ganador siempre son las aves”, comenta Capera, enfatizando que este evento contribuye a generar información valiosa sobre las aves y su estado de conservación.

Iniciado en 2014, el Global Big Day comenzó como una actividad aprovechada en su mayoría por biólogos y observadores expertos. Hoy, gracias a la plataforma eBird, personas de todo el mundo pueden participar, ingresando sus observaciones de manera fácil y accesible. Aunque puede ser desafiante al principio, Capera ha encontrado maneras de hacer que este proceso sea atractivo para los principiantes, inspirándose en la simplicidad y diversión de Pokémon.

“Al inicio es un poco complejo entender los métodos de registro y para alguien que recién comienza en el tema puede ser muy desafiante”, añadió Capera. A partir de ello, comenzó a idear una forma en el que este proceso fuera más “llamativo y sexy” para los pajareros novatos. Entonces el animé japonés Pokemón vino a su mente.

Foto: Soner Arkan/Pexels

De los Pocket Monsters a las aves

Coincidentemente, a mediados de la década de 1970 en Machida, entonces una zona rural de Tokío, Japón, Satoshi Tajiri dedicaba sus tardes después del colegio a recorrer los prados y estanques de su pueblo natal, en busca de insectos, renacuajos y cangrejos para coleccionarlas, estudiarlas y clasificarlas en un cuaderno que le habían obsequiado sus padres. Con el paso de los años, esta afición se transformó en el concepto inicial de un videojuego de rol llamado Pocket Monsters, que fue renombrado como Pokemón para su lanzamiento en Estados Unidos a mediados de la década de 1990.

Así como el joven Satoshi Tajiri se inspiró en la naturaleza para crear Pokémon, Capera también vio en la observación de aves una forma de conectar con la biodiversidad. En este juego, los jugadores coleccionan criaturas y entrenan equipos para competir, lo que llevó a la  bióloga y ornitóloga colombiana, a preguntarse: “¿Cómo podemos coleccionar Pokémon en la vida real?”. Su respuesta fue clara: ¡observando aves!

A través de su academia de observación de aves, Birdemy, Capera ha desarrollado un entrenamiento orientado a principiantes que buscan introducirse en el mundo de la observación de aves de una manera divertida y accesible. “Ese es parte del objetivo de mi proyecto”, explica. Actualmente, 157 personas de Guatemala, Costa Rica, Panamá, México, Perú, Argentina, Chile y Colombia están listas para aplicar este método durante el próximo Global Big Day, el 12 de octubre.

Para Capera, el Big Day puede verse como una competencia que impulsa la conservación de la naturaleza. Además destaca que la observación de aves también fomenta un profundo anhelo de contemplación y conexión con la naturaleza.

Xiomara Capera ha tenido una relación constante con la conservación gracias a los esfuerzos realizados por su padre, Kennys Capera. Foto: Xiomara Capera

Conservación y legado familiar

Capera no solo ha encontrado inspiración en Pokemón, sino también en su propia familia. Desde niña, fue testigo del trabajo de su padre, Kennys Capera, quien formó parte de la Fundación Tierra Viva y ayudó a proteger más de 40,000 hectáreas en Belén de los Andaquíes, Caquetá. Este entorno natural alimentó su amor por las aves y la naturaleza. “Vengo de una familia de líderes ambientales, y eso me impulsó a seguir esta carrera”, cuenta.

En 2017, el Parque Municipal Natural Andakí, ganó reconocimiento nacional por su extraordinaria riqueza ecológica. Este pequeño municipio, situado entre la cordillera Oriental y la Amazonía, sobresalió gracias a la Fundación Tierra Viva, una organización local que desde los años noventa ha impulsado la conservación de más de 40,000 hectáreas. La biodiversidad de Belén de los Andaquíes se debe a sus diversos ecosistemas, que abarcan altitudes desde los 214 hasta los 2200 metros sobre el nivel del mar, albergando especies emblemáticas como el oso de anteojos, el jaguar y el puma.

“Durante la universidad, toda mi experiencia estuvo ligada a las aves. Aprovechamos los entornos naturales que, gracias al trabajo de mi papá, se habían protegido, y realizábamos nuestras salidas de campo en estas reservas”, recuerda Capera. Decidida a dedicarse a las aves, tras graduarse comenzó a participar en ferias y eventos locales y regionales para darse a conocer, aprender de otros expertos y difundir su pasión por la avifauna. “Al principio me sentía bastante sola, porque en esa época apenas se hablaba de aviturismo o avistamiento de aves como hoy en día. Me fui formando, especializando y desarrollando productos y servicios, construyendo así mi carrera en torno a las aves”, añade.

Jacamar cobrizo (Galbula pastazae) “Esta especie es muy icónica para mí, porque fui la primera persona en registrarla en Caquetá”, confesó Xiomara Capera, bióloga y ornitóloga colombiana. Foto: Xiomara Capera

El interés en la observación de aves era limitado en sus inicios, en parte debido a que Caquetá, una región marcada por el estigma del narcotráfico y el conflicto armado, no se veía como un destino turístico. “Históricamente, Caquetá ha sido para Colombia lo que Colombia es para el mundo”, comentó Capera, quien vio en el aviturismo una oportunidad de desarrollo para su comunidad.

La participación de Capera en talleres, foros y encuentros de aves la motivó a impulsar el aviturismo en Caquetá. “Vine con la idea de contagiar a las personas con esto del aviturismo. Al principio no lo entendían, decían: ‘¿Cómo que vamos a ver pajaritos?’”. Esta experiencia la llevó a crear su academia de observación de aves, donde forma a más personas para que se involucren en esta actividad.

Aunque ha percibido un creciente interés por la conservación de las aves y sus ecosistemas, Capera reconoce que “el gobierno se queda corto” en la formación de guías certificados. Sin embargo, ya se vislumbran avances. Iniciativas como las de ProColombia resaltan el papel del país en eventos como el Global Big Day, y otras buscan designar especies icónicas, como el saltarín cola de alambre o el gallito de roca, como símbolos de las regiones turísticas del país.

Por lo pronto, el próximo Global Big Day se presenta como una nueva oportunidad para que Capera, Colombia y el resto de la comunidad global de pajareros, se tomen este día para estar cerca de la naturaleza y compartan la pasión por su protección y preservación. Para unirse a su programa de entrenamiento, sigue este enlace.

 

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